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Semanas antes del día de la elección en México, se habló de que, si se cometía fraude en contra de Andrés Manuel López Obrador, el tigre seria liberado. Pero si él ganó la elección ¿por qué el felino si se soltó?

La respuesta es muy sencilla: todos los candidatos habían visto al tigre de lejos, pero ninguno de ellos tenía la correa que lo sujetaba en la mano. Solo el de Morena se animó a azuzarlo, y aún cuando este ronronea a su lado, ya hay señales de peligro ante su fiereza.

Pero dejando la analogía del tigre de lado, es importante entender el comportamiento de las masas antes, durante, y después del dia de la elección en mención arriba.

Durante meses y antes del 01 de julio, el pueblo mexicano fue alimentado con la idea del sistemático abuso del sistema político en su contra, y se le enseño a ver como enemigos públicos números uno a los funcionarios de los tres sistemas de gobierno. Y el pueblo adoptó esa idea.

Luego, se le enseño a odiar a ese sistema, asegurándole que este le había robado su futuro, el bienestar de su familia y la garantía de sus bienes, incluyendo su trabajo y su respectiva provisión. Y el pueblo lo creyó.

Finalmente, se le convenció que solo un cambio político le retribuiría todo lo robado, y que solo una gobernanza civil le otorgaría la justica social largamente añorada. Se le dijo que solo el pueblo podría salvar al pueblo, y el pueblo así lo entendió.

Sin embargo, y retomando la analogía, el tigre se nota nervioso.

Ha pasado ya un mes de la elección, y en el ambiente aún se vive el clima enrarecido de quienes acusaban a quien llamaban la mafia del poder, y de quienes juraban que sacarían del gobierno a quien calificaban como el PRIAN.

Ganaron la elección, gobernaran a México, a estados y municipios. Controlaran el senado, la cámara baja y los congresos locales. Pero igual siguen atacando a las mismas instituciones que a partir de septiembre y diciembre próximos tendrán bajo su administración.

Pero lo sorprendente es que, ese ánimo combativo se esta convirtiendo en una sublevación.

Pensaría Morena, en algún momento, ¿que el tigre podría volverse contra su domador?

Consideraría en algún momento que, ¿el pueblo buscaría más la anarquía que la cuarta transformación?

Para ellos que empezaran a gobernar a partir de diciembre, debería resultarles ya de riesgo la forma en la que las redes sociales empiezan a manifestar, sin duda, los primeros síntomas de un levantamiento social.

El gobierno entrante debe garantizar la paz social para todos, incluyendo para quienes no votaron por ellos. Debe garantizar la seguridad para aquellos que, de forma irresponsable, tildó de enemigos de la nación, y que ahora podrían sufrir el riesgo de un linchamiento en todas sus líneas posibles, convocado desde el Facebook particularmente.

Si a un mes de ganar las elecciones, quienes empezaran a gobernar en diciembre no dan signos de demandar cordura, tranquilidad y respeto en las redes sociales, el campo de batalla en la campaña electoral que ellos crearon podría convertírseles en un fortín sin salida.

No es un problema menor lo que en estas redes esta sucediendo, sobre todo si se considera que, parte de la campaña electoral, Morena la ganó en estas.

Durante meses se llamó a la anarquía si las elecciones no les eran favorables. Ya es tiempo de que se llame a la mesura. Antes de que empiece a ser demasiado tarde.

Gracias por la lectura. Puede seguirme en @mensajero34 y en facebook.com/gilberto.armenta.16

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