¿Reeditará el PRI viejas prácticas, cuando los tiempos son otros?.- La historia registra que las grandes luchas por el poder eran de PRI contra PRI, porque no había oposición; hoy, nuevos vientos soplan en México, en Sonora, en Cajeme
Bernardo Elenes Habas
En otros tiempos, el PRI podía desatar fuertes confrontaciones a su interior, y no lesionaban su calidad de
En las crudas batallas internas del tricolor, quienes perdían, de acuerdo a testimonios de la historia, eran grupos enquistados en su tejido, mismos que luchaban encarnizadamente por colocar a su gente en los puestos de representación popular; pero permanecían dentro.
Así sucedía en Cajeme. Acontecía en Sonora. Pasaba en México. No obstante esas batallas, el PRI continuó con sus prohombres dirigiendo los destinos del país por más de 70 años (hasta que el PAN rompió dos de sus eslabones), encauzado en la dictadura perfecta, así bautizada con visión analítica por el escritor peruano Mario Vargas Llosa.
Sonora, y desde luego Cajeme, ha sido escenario de guerras intestinas entre el priísmo,
En esos tiempos álgidos –lo he narrado en otras ocasiones-, fueron protagonistas de la historia Gabriel Gallegos Campoy, Gilberto Oroz Valenzuela y Rafael Contreras Monteón, todos ellos priístas. Alentando, los entonces propietarios del tricolor, las candidaturas para la alcaldía de Cajeme, primero en Gallegos Campoy y posteriormente en Oroz Valenzuela; dejando por fuera al Buqui Contreras, quien, ciertamente, tenía la fortaleza popular para convertirse en presidente municipal, con los votos de las mayorías.
Pero como siempre sucedía, y suele pasar en estos tiempos, los grupos de poder se encaprichaban en impulsar a sus candidatos, yendo en contra de las bases partidistas, del sentido común y del pueblo mismo.
Finalmente, se sacó del juego a Contreras, éste fundó un nuevo partido. Las elecciones fueron
Otra de las grandes refriegas políticas de PRI contra PRI, se protagonizó en 1967, cuando los candidatos a la gubernatura, Faustino Félix Serna, Fausto Acosta Romo, Enrique Cubillas, César Gándara, Leandro Soto Galindo, pusieron en tensión a Sonora. Pero de nuevo ganó el PRI, porque don Faustino fue gobernador en el sexenio 1967-1973.
Hoy, aunque los tiempos son diferentes y el PRI es Gobierno de la República y Gobierno del Estado, se percibe que los grupos de poder enquistados en ese instituto continúan dialogando sólo con sus espejos, y sosteniendo las viejas luchas de PRI contra PRI, demostrando egoísmo e incapacidad para renovar estructuras y reconocer liderazgos valiosos a su interior, lo que, finalmente, podría llevarlos, otra vez a la derrota, como sucedió con Adalberto Rosas, Javier Lamarque, Chuy Félix, Manolo Barro.
Esos enconos entre cofradías se vuelven evidentes. Pero los nuevos tiempos dejan entrever que hay otros partidos fortalecidos. Que existe el cauce de candidaturas independientes. Y que nadie, por más que lo pregone, tiene el triunfo seguro, ante el escenario de una ciudadanía despierta y politizada.
Luis Donaldo Colosio, heredó al tricolor, en 1994, una tesis fundamental: “Hoy vivimos en la competencia, y a la competencia tenemos que acudir. Para hacerlo, deben dejarse atrás viejas prácticas: Las de un PRI que sólo dialogaba consigo mismo y con el gobierno; las de un partido que no tenía que realizar grandes esfuerzos para ganar”.
Está por verse, pues, si las cabezas de grupos de poder enquistadas en el PRI, saben, al menos, dialogar entre ellos
Y en Sonora, por supuesto, se percibe todo un movimiento partidario con la iniciativa de la gobernadora Claudia Pavlovich, abriendo expectativas casi exclusivas para las candidaturas de mujeres a las alcaldías en los tiempos por venir, provocando anticipadamente una guerra de sexos, porque los celos entre políticos son terribles.
Es necesario releer o volver a escuchar el discurso de Luis Donaldo, y acabar con el vicio enfermizo de un PRI que, invariablemente, sigue dialogando consigo mismo y sus Gobiernos, porque con esas prácticas egoístas, estará cavando su propia fosa.
Le saludo, lector.