Mañana inician las campañas locales.- No hay enemigo pequeño.- En el 2000, un asalariado, Ascensión López Durán, midió fuerzas contra Ricardo Bours y su poderoso clan.- Obtuvo el perredista más de 48 mil votos de carne, hueso y pueblo, contra 61 mil 347 del líder del Yaqui Power
Bernardo Elenes Habas
Arrancan las campañas con el despuntar del sábado 19 de mayo, en Cajeme.
Seis son los aspirantes a relevar a Faustino Félix Chávez en Palacio Municipal: Emeterio Ochoa Bazúa, PRI; Sergio Pablo Mariscal Alvarado, Morena; Gustavo Almada Bórquez, MC; Rodrigo Bours Castelo, Independiente; Miguel Ángel Salomón Montiel, MAS; Rafael Delgadillo Barbosa, PAN.
Ninguno es ni más grande ni más pequeño que sus alternantes en el ámbito político. Las diferencias podrían marcarlas sus trayectorias en la vida pública. Pero todos inician dispuestos a difundir las fortalezas de sus proyectos. A conectar con la ciudadanía en barrios, colonias, comunidades, mercados, organismos
De esa siembra inicial dependerá que la semilla se convierta en confianza, aceptación, votos.
Serán significativas y reveladoras las formas como se pondrán en marcha las campañas. De ese primer contacto colectivo, se podrá deducir el fondo, la fortaleza del trabajo asumido por las estructuras de sustento logístico, ideológico, partidario o de grupos, que trabaja detrás de cada candidato.
Repito que ninguno de los pretensos a convertirse en alcalde es más grande o más pequeño que sus adversarios. Y esto me lleva a recordar en mi trayectoria de reportero de todos los caminos, la experiencia que me dejó el haberle dado
A pesar de que Ascensión realizó una campaña desesperadamente sin recursos, porque su partido le había entregado solamente las siglas y cero apoyos, logró, al final de la jornada, 48 mil 693, votos de carne y hueso, contra 61 mil 343 de Ricardo, el líder del Yaqui Power.
Esto significa, pues, que no debe menospreciarse la decisión de la ciudadanía ante su conciencia y las urnas; porque suele dar sorpresas, diferenciar su voto, o bien, cobrar facturas cuando sopesa que la lucha es exclusivamente por el poder, sin que exista en esas batallas ciegas, el enunciado determinante de la justicia social.
Le saludo, lector.