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Alerta en Sonora por nueva caravana de migrantes

Hace seis meses la primera caravana de 650 migrantes centroamericanos que llegó a Sonora, puso a temblar al gobierno y a las dependencias públicas por la falta de infraestructura y recursos para atenderlos, por lo que ahora con la marea humana de seis mil indocumentados que están por llegar en tránsito a Estados Unidos solo queda encomendarse al gobierno federal o a un milagro que desvíe la marcha a la frontera de Tamaulipas.

En Abril pasado llegaron a Hermosillo y al norte de Sonora cientos de migrantes de Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua y Costa Rica en busca de llegar a la frontera con Estados Unidos para tratar de alcanzar “El Sueño Americano”, pero su fugaz estancia fue problemática para las autoridades y para los sonorenses.

Por el arribo de la primera caravana de migrantes, por las calles de Hermosillo se vieron indocumentados solicitando apoyo para cubrir sus necesidades en esta capital, a lo cual la entonces alcaldesa Angelina Muñoz, solicitó a los hermosillenses evitar otorgarles ayuda porque con dádivas se estaría generando un problema mayor en esta ciudad o en la entidad.

Palabras más palabras menos, Angelina Muñoz declaró “se oye gacho, pero la generosidad de los hermosillenses está haciendo prevalecer a mucha gente en situación de calle porque tienen un ingreso, pues nosotros les damos dinero, los alimentamos, les damos ropa, y ya no se quieren ir de Hermosillo”.

La presencia en Nogales, Sonora, de un centenar de centroamericanos buscando una visa gringa de ayuda humanitaria, causó caos al ser insuficientes los albergues para atender las necesidades básicas de hombres, mujeres y niños migrantes.

En Hermosillo, los migrantes tomaron las instalaciones de la delegación del Instituto Nacional de Migración a fin de que les otorgaran un permiso de permanencia legal en México para poder trabajar en espera de que les dieran “luz verde” a su ingreso en el lado americano, en tanto que las autoridades sanitarias atendieron un brote de tuberculosis.

Para fortuna de Sonora, la mayor parte de la primera caravana de migrantes centroamericanos se trasladó a Tijuana esperanzados en que se les abrieran las puertas por San Diego, quedando solo un centenar de indocumentados en nuestra entidad generado dolores de cabeza a las diversas autoridades carentes de recursos para atenderlos.

Si hace seis meses un centenar de migrantes puso de cabeza el aparato de gobierno, es obvia la preocupación del gobierno estatal por el arribo de seis mil indocumentados con rumbo a Estados Unidos.

Desde el inicio del éxodo de migrantes centroamericanos la gobernadora Claudia Pavlovich, advirtió que Sonora no estaba preparada para atender a los seis mil centroamericanos, por lo que exhortó al gobierno federal a facilitar recursos extraordinarios del Fondo para Atención a Migrantes.

Se tendrán que hacer trabajos preventivos entre Estado, municipios y federación para atender a los miles de migrantes que pasarán por Sonora en busca de llegar a Estados Unidos, dijo.

“Tenemos que ver qué es lo que vamos a hacer, porque como Estado no estamos preparados, y hay que decir las cosas como son para recibir esta cantidad de personas que vienen, pero también sabemos el respeto a los derechos humanos, entonces es un poco de poner en la balanza cómo le vamos a hacer, pero sin duda vamos a requerir apoyo del gobierno federal”, dijo la mandataria sonorense en días pasados.

La gobernadora comentó que el apoyo del gobierno federal será muy importante, pues ninguna entidad fronteriza tiene la capacidad para recibir a tanta gente, mucho menos de darles alojamiento.

Como parte de ese trabajo preventivo y de coordinación para atender el problema de los migrantes, la gobernadora Pavlovich se reunió con los alcaldes del sur de Sonora para acordar hacer un llamado de manera conjunta a la Federación, para que envíen recursos extraordinarios a fin de atender a las personas indocumentadas que llegarán a Sonora.

En reunión de trabajo, donde se destacó la voluntad de cooperación y respeto entre los alcaldes del sur y la gobernadora, los ediles de Cajeme, Bácum, Benito Juárez, Etchojoa, Navojoa, Empalme, Rosario Tesopaco, San Ignacio Río Muerto y Quiriego hicieron peticiones en materia de seguridad, infraestructura y servicios públicos, en tanto la gobernadora expresó su voluntad para integrar en forma coordinada el presupuesto del siguiente año.

Acompañada por el secretario de Gobierno, Miguel Ernesto Pompa Corella, Pavlovich Arellano indicó que frente a esta situación es necesario trabajar Estado y Municipios de forma unida para pedir la intervención de la Federación a través del Fondo para Migrantes y para brindar un trato digno.

Por cierto, en esa reunión hay que destacar la participación del secretario de Gobierno Pompa Corella, como interlocutor del gobierno estatal con los presidentes municipales en su mayoría de Morena para el trabajo coordinado y atender las prioridades de todos los municipios.

Pues a pesar de intentos de veto de parte de la alcaldesa capitalina Célida López, el Potrillo relinchó de gusto al ser acogido con pasto, corral y agua por los alcaldes morenos.

En la reunión con los alcaldes presidida por la gobernadora Pavlovich, se precisó que el diálogo permanente en un escenario de pluralidad permitirá construir un escenario de resultados.

Si el gobierno federal no atiende los llamados de apoyo de la gobernadora Pavlovich y de los alcaldes del sur, centro y norte de Sonora para enfrentar a la caravana migrante, podrían presentarse problemas de alimentación, alojamiento, salud y de seguridad en esta entidad por la presencia de la plaga humana dispuesta a todo para ingresar a Estados Unidos, donde es obvio que serán rechazados, generando con su presencia un caos en la frontera sonorense.(g_navarro_ruiz@hotmail.com)

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