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Ya está avizorando el 2021, Ricardo Mazón.-

Ya está avizorando el 2021, Ricardo Mazón.- Aunque su propio corazón se niegue, está participando subjetivamente en el proceso que viene.- Sólo que se aferra a la estructura vetusta y dictatorial del PRI derrotado, sin aceptar que hay nueva sangre y rostros, que rebasan a Ricardo Bours y a Ernesto Gándara

Bernardo Elenes Habas

En realidad, quienes dieron el primer paso para demostrar que el 2021, tiempo de elecciones y cambios políticos profundos en Sonora, comienza en el 2019, fueron Ernesto Gándara Camou y Ricardo Bours Castelo.

Priístas ambos, aunque el primero (Ernesto) con su lealtad partidaria a salvo, porque a pesar del ninguneo perverso a que fue sometido por el entonces Gobernador Eduardo Bours, quien no obstante su capital político de ese tiempo, lo hizo a un lado para abrirle camino a Alfonso Eías Serrano y luego, por Manlio Fabio Beltrones, conduciendo el proyecto de Claudia Pavlovich, no golpeó con reacciones viscerales a su catedral ideológica, y supo aguantar las tormentas.

En cambio Ricardo Bours, desató los demonios de su ira al no lograr la candidatura por la alcaldía de Cajeme en el 2018, para su protegido Abel Murrieta, no solamente despotricando, sino que sumó su apoyo a otro priísta renegado, Antonio Astiazarán, quien desde las siglas del PAN buscó, sin mayor éxito, la senaduría por Sonora. Y, por supuesto, en la memoria colectiva de la clase política de todos los colores y siglas, está claro como Eduardo Bours, su hermano, le negó el apoyo a Ernesto Madrazo en sus intenciones de convertirse en presidente de la República y ayudó, sin reticencias, al panista Felipe Calderón Hinojosa, en 2006, estando al frente de los destinos de Sonora.

Hoy, aunque aclarando que no lo mueve interés alguno en participar en las campañas que vienen en la Entidad, RicardoMazón Lizárraga, influyente integrante del priísmo, niega su premisa inicial pronunciada ante colegas columnistas de la Mesa Cancún de Hermosillo, porque, de hecho, ya está involucrado en forma subjetiva con el poder de sus conceptos.

Y, no fue una metáfora ciudadana la que pronunció, al señalar que en la Entidad, para el 2021, solamente sopesa dentro del PRI en pos de la candidatura, a Ernesto Gándara y a Ricardo Bours.

Es decir, el poderoso empresario sonorense, manejando formas y circunstancias, abre desde las alternativas mediáticas el sendero de las especulaciones, poniendo en el campo de batalla tricolor a quienes son parte de su horizonte político, sin detenerse a analizar que los tiempos han cambiado: que en el terruño, dentro de dos años podrían construirse las alternativas objetivas y subjetivas encaminadas a consolidar el despertar profundo del Sonora Bronco, mismo que propiciaría una especie de lucha de clases, si el objetivo de justicia promovido por Andrés Manuel López Obrador y la mayoría en el Congreso de la Unión, mantiene su rumbo con olor a pueblo.

Es decir, Mazón Lizárraga no puede sacudirse su raíz priísta anquilosada. Y en lugar de abrir, sin temor, las compuertas del agua limpia que vivifiquen a su partido y laven su podredumbre, le cierra las puertas a una nueva generación de militantes que pueden convertirse en el rostro urgente de un instituto derrotado no por otros partidos, ni siquiera por candidatos de renombre y gran calado, sino por el pueblo de México, y por supuesto de Sonora, que creyeron en el ideario de Andrés Manuel, a quien están obligando a no fallarles.

Considero que sí tiene vitalidad y sangre nueva el PRI, corriente a la que deberían alentar los hombres únicos y providenciales, para la lucha del 2021, construyéndole desde ahora un horizonte cierto para que conjuguen esfuerzos, y hablen y miren de frente a los sonorenses, sin traer en sus espaldas las cargas negativas propiciadas por el tiempo y el desgaste de considerarse políticos eternos e imprescindibles, como sucede con Ricardo y Ernesto.

¿Nombres? Aunque usted no lo crea, hay muchos. Quienes en el transcurrir de dos años podrían estar encabezando la gran aventura de su partido, si los eternos detentadores de ideologías de circunstancias, de grupos y cacicazgos, los dejan madurar.

Le menciono a un solo personaje: Rogelio Díaz Brown, de Cajeme, a quien los Bours combaten sin tregua en el Municipio. Campaña de odio qué, por algo será.

Le saludo, lector.

Bernardo Elenes
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