Las grotescas obras de teatro en las giras de AMLO.- Montan farsas sin necesidad, porque la conciencia mayoritaria del país está con López Obrador.- En Sonora, Claudia Pavlovich les cambió el libreto y les mostró como se hace política
Bernardo Elenes Habas
El poder enferma.
Podría ser palpable que el tener en las manos el control del país no ha dañado la congruencia y la visión amplia y justiciera de Andrés Manuel López Obrador; pero sí comienza a volverse más evidente cada día, que desgraciadamente se está convirtiendo en soberbia espesa entre muchos de sus colaboradores.
Lo sucedido en Sonora la tarde del 2 de marzo, durante la visita presidencial, que debió ser una ceremonia republicana pero que, desgraciadamente derivó a una lucha sorda para aplastar y humillar a quienes la gente del Gobierno Federal considera contrarios, demuestra que el círculo privilegiado de AMLO está conformado de conciencias extremas donde no existen humildad, respeto, inclusión, tolerancia, educación.
El desprecio campeó durante el acto público celebrado en el estacionamiento de la Universidad de Sonora, no obstante que no había nada que temer por parte de Morena y por la estructura del Gobierno Federal, porque
Pero, quienes están incrustados en el tejido lópezobradorista, supuestamente para fortalecerlo, lograron con el desprecio cometido contra una mujer, la gobernadora Claudia Pavlovich, que muchas de esas personas que creen en AMLO, permitieran, por lo que veían, que entrara la duda en sus conciencias, constatando que en el Gobierno de la Cuarta Transformación también existen personajes con mentalidad retorcida, capaces de montar escenarios de repudio, de odio, como en una mala obra de teatro, de tal manera que a través de ésta hacer lucir al primer actor cuando sale a proteger al humillado, tal como ha venido sucediendo durante las giras de AMLO en diferentes entidades del país, las más recientes Chihuahua y Sonora.
Afortunadamente en el terruño bronco y de hablar alto y claro, no les funcionó la estrategia con la que se autoengañan sin necesidad, porque Claudia Pavlovich les arrebató el libreto de la comedia, reconoció el valor de los programas de AMLO, le agradeció públicamente su presencia en Sonora y le encargó el caso de las tarifas eléctricas en una región donde la temperatura alcanza los 50 grados durante el verano.
No pudo, Andrés Manuel López Obrador defender a la gobernadora porque supo defenderse sola; y quizás, ella sin proponérselo mostró a los autores principales de esa grotesca obra de teatro, de la que ahora no es creíble que AMLO sea ajeno.
Le saludo, lector.