
No tenemos antecedentes respecto a que alguna vez en Sonora se hubiera desplegado un esfuerzo tan integral y de gran calado para arraigar la cultura de la denuncia de delitos electorales, con el fin de prevenirlos, evitarlos y obviamente sancionarlos en caso de que ocurran.
En eso se ocupa desde hace meses la Fiscalía de Delitos Electorales de Sonora, de acuerdo a los posteos diarios en redes sociales, desde donde se socializan diversas reuniones, firmas de convenios de colaboración y de capacitación con organizaciones ciudadanas del sector privado y social, así como con instancias de gobierno municipal y estatal.
El esfuerzo coordinado por el titular de la citada fiscalía, Daniel Núñez Santos, pone especial énfasis en el fortalecimiento del combate a los delitos electorales en flagrancia, para lo cual realiza reuniones regionales a lo largo y ancho del estado, donde ministerios públicos, personal de las distintas bases de Agencia Ministerial de Investigación Criminal, de la Policía Estatal de Seguridad Pública y policías municipales, son capacitados para que identifiquen conductas delictivas de orden político electoral.
La capacitación es prácticamente indiscriminada y cubre diversos sectores sociales, para muchos ciudadanos estemos en condiciones de evitar que el resultado electoral del próximo 6 de junio tenga el peso de la incidencia del fraude, producto de una elección de estado, donde el gobierno federal pretende echar todo su poder para implantar la nefasta 4T en esta entidad.
Tal terapia impartida por expertos se enfoca especialmente en los receptores de las eventuales denuncias ciudadanas o por ser testigos presenciales directos o sea a integrantes de corporaciones policiacas y Ministerios Públicos, para que estén enterados sobre qué actos son considerados delitos electorales y qué hacer para recabar los datos que lleven a sanciones y condenas.
También se crearon mecanismos de coordinación y comunicación entre esas instancias y con la Fiscalía, para estar preparados en la etapa final del proceso electoral y el día de la elección, todo esto por medio de una capacitación teórico-práctica usando casos hipotéticos donde se ejemplifica la participación ciudadana; la actuación de los primeros respondientes y las diligencias que debe realizar el Ministerio Público, como instancia receptora de denuncias.
Por lo visto la cosa va en serio y habrá tolerancia cero a mapacherías, lo cual obviamente es pésima noticia para esos que regresan del pasado y que a través de MORENA han rescatado las más rústicas estrategias y acciones para incidir en el ánimo de los votantes, que por lo pronto se manifiestan en programas sociales electoreros, desvío de recursos humanos y financieros de gobierno en apoyo a ese partido oficial y que en la jornada electoral ya perfilan sus acarreos, compra de votos, alianzas y complicidades con representantes de instancias electorales.
Por lo demás, conforme se acerca el día de la elección, se intensifica la proliferación de encuestas respecto a las tendencias de partidos, alianzas, coaliciones y candidaturas, las más pocas elaboradas con el rigor científico que les ofrece cierta credibilidad sobre lo que describen sus retratos del día y las más francamente patéticas, como patéticos quienes las creen y peor quienes se montan en ellas.
En este entorno, cobra relevancia la diferenciación de las actitudes y dichos de los tres principales contendientes por la gubernatura, Ernesto Gándara, Alfonso Durazo y Ricardo Bours, destacando que sólo en el caso del primero, en sus discursos, declaraciones y posicionamientos, para nada alude a los puntos que le otorgan las encuestadoras, que ya lo tienen en empate técnico, dicho sea de paso.
Sus mensajes son de otro tipo sin incurrir en triunfalismos en base a esos numeritos y porcentajes en quesitos y barritas, mientras que por rumbos de Durazo la norma es la arrogancia y el alarde sobre una victoria irremediable que le aseguran sus encuestadoras, tema común y cotidiano en sus desangeladas reuniones, que en el caso de Bours tales actitudes se manifiestan en todo su esplendor a través de redes sociales mediante gritos a los cuatro vientos.
Tenemos la impresión que “El Borrego”, más que en las encuestas y en esos retratos del día, él finca su confianza en la percepción, que no es por querer dárnoslas de muy fregones, en nuestro caso es similar y no es de ahora, ya que desde siempre hemos negado a dar más valor del debido a esos ejercicios de tan efímeros alcances y más bien los tomamos como puntos de referencia para prospectar tendencias.
La percepción por lo regular se convierte en realidad y a lo largo de estas últimas semanas entre los sonorenses se advierte notoria percepción popular respecto al buen futuro que tiene la candidatura y propuestas de Gándara Camou y en contrario, es evidente el choque y rechazo que se manifiesta hacia lo que representa Durazo y MORENA.
Y tal tendencia de tobogán del duraznismo es producto de una muy buena combinación de aciertos de “El Borrego”, su empatía ciudadana y mensaje sin retórica demagógica a contracorriente de los frecuentes desbarres, declaraciones desafortunadas, escupitajos al cielo y sobre todo, el perfil autoritario, acartonado y aristócrata que tanto se esfuerza en proyectar el chilanguito.
Las percepciones son más fáciles de sentir, de captar y asimilar, que la realización e interpretación de encuestas, con la ventaja que no son retratos de un día, sino que ya en sociedad, conforman todo un complejo esquema de interacción sensorial, que al traducirse en palabras, en estos días resulta avasallante el alud de opiniones favorables al abanderado de la Alianza Va Por Sonora.
En el caso de Durazo es creciente ese rechazo en la percepción popular, ya que en él confluyen primeramente las consecuencias de su incompetencia como secretario de Seguridad; lo que antes decíamos de su desgastado perfil y actitudes, y como complemento las barrabasadas que caracterizan en estos tiempos a MORENA y sus cúpulas, incluido el presidente López Obrador, en un conjunto de elementos que generan la percepción social de que un sujeto así no merece ser gobernador de Sonora.
De Bours solo podemos decir que las percepciones no son prefabricables, si no que son generadas a través de actuaciones auténticas, genuinas, lo cual las hace parecer como de generación espontánea, y siempre serán artificiosas y sin base hacia el futuro, si son producto de la inmediatez y ocurrencias.
En otras palabras, en esta danza de encuestas, lo importante no son los numeritos que ahí aparecen, sino la creciente percepción social y popular respecto a que el mejor perfilado para ganar la gubernatura este 6 de junio es Ernesto “El Borrego” Gándara, y punto.
En Hermosillo las cosas lucen con fuerte tendencia a mejorar para la representación de la Alianza Va por Sonora, que en el caso de la elección federal, mientras las inútiles reeleccionistas de MORENA se la pasan en grillas de alcantarilla, destaca el intenso activismo de tierra que despliegan Arturo Fernández Díaz González y Kitty Gutiérrez Mazón, quienes abanderan el objetivo de que luego de tres años de indefensión, los hermosillenses tengamos quien nos representen en San Lázaro.
La ciudadana Kitty anda de la seca a la meca a lo largo y ancho del distrito 05, con recorridos colonia por colonia, barrio por barrio en estrecha interlocución con los vecinos, jóvenes, mujeres, hombres, amas de casa, trabajadores y demás, en el abordaje de la múltiple problemática comunitaria de un municipio tan complejo como es el capitalino.
Buena su consigna de campaña: hará que cuente la voz de los hermosillenses en el Congreso federal, lo cual habrá que festejar porque en los últimos casi tres años no ha contado para nada, y en esas anda también el joven empresario, quien en poco tiempo ha dado muestras de que le sabe a eso de la comunicación con la gente, aprovechando recursos de las tecnologías y a su capacidad de movilización para recorrer el distrito 03 que representará en San Lázaro.
Y esto se pondrá mejor, porque este sábado arrancan las campañas por la alcaldía y las diputaciones locales, en donde también mucho por rescatar el candidato a las alcaldía Antonio Astiazarán y Karina Zárate, Elly Sallard, Alejandra López Noriega, Lizeth Guadalupe Castro Padilla, Manuel Puebla y Luis Ernesto “El Güero” Nieves, quienes abanderan las candidaturas a las diputaciones locales con cabecera en Hermosillo.
Y para vergüenzas no gana uno con el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien por no dejar su púlpito mañanero y seguir profiriendo estupideces, desdeñó la Cumbre sobre el Cambio Climático con la participación de líderes mundiales de 40 países.
Por supuesto que el medio ambiente no es prioridad para un presidente desfasado de la realidad no solo de su país, sino del mundo mismo y por eso puso en pausa la transmisión virtual de la cumbre y se dedicó a su catilinaria cotidiana y sólo reservándose a que le avisaran cuando le tocaría hablar, como si lo que lo expuesto por otros mandatarios ya fuera de su conocimiento o le valiera progenitora.
Esa espera de volver a conectarse le sirvió de pretexto para eludir respuestas a cuestionamientos serios de los pocos representantes de medios serios que acuden a esa juntada en Palacio Nacional y a fin de cuentas, tal como lo adelantó, salió con la babosada de solicitar al presidente Joe Biden, financiar el programa Sembrando Vida para extenderlo en el sur de México, Guatemala, El Salvador y Honduras y quienes participen, tengan acceso a visas de trabajo temporal, residencia permanente y nacionalidad en Estados Unidos, propuesta que desde hace unos días había sido rechazada.
Obviamente el presidente mexicano no tiene el mayor interés en el medio ambiente ni en su protección y menos sobre lo que se hace en otros países para contener el cambio climático, ya que como se sabe a cambio de mandar poner arbolitos a través de un programa carísimo y fallido, él es un firme impulsor de combustibles fósiles y declarado enemigo de las energías limpias.