
Lamarque rescata contratos inviables en Cajeme.- Logra ahorros considerables con la aplicación del Plan de Austeridad Republicana.- Pedro Chávez, regidor morenista, tiene las oficinas más grandes del mundo, al aire libre.- “Quiero servir a la gente”, dice.
Bernardo Elenes Habas
El alcalde de Cajeme, Javier Lamarque, mantiene precisión y consistencia en sus objetivos. Sabe que es su obligación darle funcionalidad a un municipio que recibió sumamente deteriorado. Quizás peor que la primera ocasión en que estuvo al frente de esta comunidad, en 1997.
La diferencia estriba en que la administración que le fue entregada hace 24 años, emergía del Partido Revolucionario Institucional, mientras que la de hoy es carne y sangre de su mismo partido, Morena…
En la conferencia Diálogo con Cajeme, del lunes 25 de octubre, reveló cómo la aplicación del Plan de Austeridad Republicana arrojó en un mes el ahorro de 800 mil pesos en combustible dentro del área de Servicios Públicos, y algo más: derivado del rescate de contratos inviables de la anterior administración, se logró la reactivación de recursos económicos por el orden de los 20 millones de pesos, cantidad que se utilizará en el mejoramiento de las arterias de circulación, un tema que no se borra de la narrativa popular, sobre todo de los automovilistas que tienen que circular obligadamente, por diferentes sectores de la ciudad, sus colonias, sus barrios, sus calles destrozadas…
Reafirmó que el plan emergente de bacheo y recarpeteo de vialidades, se refuerza, de tal manera que hasta ahora se han rehabilitado 4 mil metros cuadrados en avenidas de mayor circulación, buscando cumplir en diez semanas con la meta de 24 mil metros cuadrados en toda la ciudad…
Aunado a la aplicación de ahorros logrados en las necesidades urgentes de la infraestructura urbana, el alcalde Lamarque toca puertas en dependencias estatales, con la seguridad de que el gobernador Alfonso Durazo está respondiendo a su convicción municipalista…
Y, el regidor morenista Pedro Chávez Becerra, tiene la oficina más grande del mundo para atender a la ciudadanía. Es decir, instaló una mesa, sillas y su disposición para convertirse en un efectivo gestor de las demandas de las familias, al aire libre, a un costado del área de estacionamiento de Palacio, donde predica con el ejemplo que el movimiento se demuestra andando…
Él quiere, me lo dijo ayer, cuando salí de la conferencia del alcalde Javier Lamarque, “servir a la gente”, y me llamó la atención de la nueva modalidad que experimenta para cumplir su vocación, poniéndose al alcance de las personas, no eludiendo su responsabilidad de representante popular.
Estará en ese espacio todas las mañanas, con excepción de los miércoles en que Javier tendrá Audiencias Públicas en Cabildo, de 11:00 a 14:00 horas, en las que también participará desde su calidad de edil.
Ahí mismo, recodamos que un alcalde, Jesús Félix Holguín (2003-2006), salía de sus oficinas a diario y atendía en los pasillos de Palacio a las personas que buscaban audiencias con él o con otros funcionarios.
Por supuesto que es importante desmitificar la función pública, eliminar en lo posible el entramado frío de la burocracia y facilitarle al pueblo la oportunidad de que pueda hacer escuchar su voz, expresando sus demandas…
Le saludo, lector.