El pasado sábado 18 de junio el hijo del Gran Campeón Mexicano sostuvo una pelea pactada a 10 rounds contra Rafael Ortiz, un atleta que apenas tuvo mes y medio para prepararse, pero que aún así le dio un golpiza.
Esa fue la tercera derrota consecutiva de Omar, a pesar de que mandó a su rival a la lona con un gancho al hígado en el segundo episodio, no pudo contener los ataques posteriores, quedó visiblemente lastimado y las tarjetas no le favorecieron.
De hecho, el César del boxeo estuvo presente en la función, asumió un rol de coach desde su asiento y se acercó al cuadrilátero constantemente, sin embargo, eso no fue suficiente para contrarrestar la situación.
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