Julio Urías luce en su antebrazo derecho un enorme tatuaje con un reloj que marca la hora y fecha de su debut en las Grandes Ligas. Esa cita que selló el inicio de una de las carreras más brillantes para un lanzador mexicano no se habría presentado sin la intuición y la acertada elección del scout Mike Brito.
Hoy se cumplen 10 años de que los Dodgers de Los Ángeles firmaron al entonces prospecto, quien cinco días antes había cumplido 16 años.
Brito, el famoso buscador de talentos quien alcanzó la inmortalidad con la contratación de Fernando Valenzuela en 1979, estaba en la antesala de llevarse otro “diamante mexicano”.
Todo inició en el Mundial Junior categoría 15-16 que se jugó en Lagos de Moreno, Jalisco en agosto de 2011. Ahí fue el primer escenario grande para Urías, quien comenzó a llamar la atención de los scouts reunidos en el torneo.
Los Piratas de Pittsburgh y Dodgers fueron los equipos que más se interesaron por el zurdo sinaloense aunque la preocupación era la misma que la de todos scouts ahí reunidos: La salud por el problema en el ojo izquierdo del joven talento mexicano.
Fuente: Adrenalina de Excélsior