
Poema de domingo.- Apenas ayer, dediqué mi columna a plantear los difíciles caminos que transita el poeta y médico cajemense Rigoberto Badilla, debido a un serio problema cerebro-vascular, aunado a la supresión de su cargo en la estructura de Cultura Municipal, al que accedió durante la administración de Sergio Pablo Mariscal.
Hubo reacción inmediata por parte del alcalde Javier Lamarque, quien no es ajeno a las manifestaciones culturales, especialmente en el campo de la Literatura, ya que en su familia hay un poeta que sabe cantar las cosas de la vida y luchar por la justicia, Sergio Lamarque, compañero y amigo de versos y metáforas.
El Alcalde instruyó al director de Cultura Municipal, Enrique Espinoza Pinales, para que atendiera la situación del doctor Badilla ante el área de Recursos Humanos del Ayuntamiento, y por supuesto los amigos de Rigoberto estamos agradecidos por la oportuna y sensible atención de Javier a este caso.
Creemos, los cultureros de ayer –como decía Neruda-, que la Poesía no ha cantado en vano…
Bernardo Elenes Habas
Antiguo camarada
de corazón marino,
vengo a tocar tu pecho,
a subirme en tu barca;
ábreme la esperanza,
no importa que navegue
La lluvia con sus filos
acribilló tu cuerpo,
lo desgastó en la noche
con un rumor de espigas,
y tus palabras líquidas
midieron los abismos,
cabalgaron el breve
resplandor del relámpago…
El sol marcó de un golpe
la cicatriz del día,
modeló con luz bronca
el rostro de las piedras
y cayeron sin nombre
las alas de las horas…
Conociste el camino
de las constelaciones,
leíste el alfabeto
negro de la tragedia,
olfateaste sus huellas,
su terreno alambrado.
Antiguo camarada
de plural sentimiento,
vengo a tocar tu pecho,
a subirme en tu barca,
ábreme la esperanza,
no importa que navegue
con todo y mis tormentas…
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