
Poema de domingo.- Llega el tropel de los recuerdos. La noche se convierte en llamarada, fragor de versos cayendo sobre las laderas de la historia, amigo Locho Guerra. Maestro forjador del Hombre Nuevo desde el debate combativo del campo, del taller y de las aulas. Un 15 de mayo de 1982, abriste la puerta de lo incierto para seguir contando estrellas, con la certeza de que los poetas, como decía León Felipe, no tienen biografía, sólo destino, y el destino no se narra, se canta…
Bernardo Elenes Habas
I
Sólo dijeron
que abriste la puerta de la noche,
con tu gruesa costrumbre
de andar buscando estrellas,
llevándote la luz en una llamarada
que no termina de alumbrar
nuestras conciencias…
II
Yo carezco de voz para decir tu nombre.
De entre mis versos vuela
la roja levadura de la sangre
al encuentro telúrico
de tus vibrantes cantos,
para aprender de nuevo
las vocales del espíritu
dictadas por el viento…
III
Aquí,
al filo de este siglo,
cuando aúlla sus últimos temores
el mar estremecido.
Aquí,
donde aún se respira tu coraje,
tu rabia incontrolable por lo injusto,
han visto tu sombra montando una guitarra
y hablándoles de amor, con voces anchas,
a las muchachas morenas de tu tierra…
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