Ícono del sitio Noticias Vanguardia

Huelga en la Unison: fallo en la Matrix

Cuando entrevistamos al gobernador Alfonso Durazo a su llegada a las instalaciones de la Unión Ganadera, el pasado sábado, no pudo ocultar una sombra de preocupación en su rostro al preguntarle sobre el estallamiento de la huelga en la Universidad de Sonora por parte del sindicato de académicos.

La huelga no solo le pega al intenso trabajo de promoción económica que en el país y allende las fronteras se ha venido desarrollando sobre todo con el Plan Sonora de Energías Sostenibles y en el que mucho tiene que ver la oferta de estabilidad laboral que hasta entonces se presumía al no tener una sola huelga en el año y medio que tiene su gobierno.

Pero que la huelga haya venido de un sindicato que se suponía aliado y con el que durante los últimos cuatro años se vino trabajando mano a mano para reformar la ley universitaria, un viejo anhelo de las corrientes progresistas que en 1991 fueron feamente maltratadas por el estrenado gobierno de Manlio Fabio Beltrones al imponer la Ley 4.

El gobernador Durazo se apoyó mucho en esos liderazgos universitarios a quienes correspondió con creces: Jorge Taddei Bringas fue impulsado para ocupar la súperdelegación del Bienestar y ya es bastante conocida la forma en que varios familiares ocupan cargos importantes en la estructura gubernamental. Aarón Grageda fue nombrado secretario de Educación y Cultura. Álvaro Bracamonte Sierra fue nombrado secretario de Gobierno y desde hace algunos días ocupa la secretaría Técnica del Consejo Político Nacional de Morena.

Edgard Sallard fue nombrado coordinador del Sistema Estatal de Comunicación y hoy firma como titular del Centro Estatal de Desarrollo Municipal; Armando Moreno Soto es rector de la Universidad Estatal de Sonora y Blanca Valenzuela recién ocupó la dirección del sistema Cecytes. Martín Vélez de la Rocha es subsecretario de Gobierno.

Muchos otros cargos de la estructura gubernamental fueron ocupados por aquella generación de maestros y estudiantes que en el 91 resistieron sin éxito la imposición de la Ley 4 y que en 2023 celebraron por todo lo alto su derogación y la entrada en vigor de la Ley 169, que devuelve a la comunidad universitaria el derecho a elegir a sus autoridades en todos los órganos de gobierno que revivió la nueva legislación; reivindica el concepto de autonomía universitaria y democratiza la vida interna de la institución.

La primera sombra de duda asomó cuando se llevaron a cabo las elecciones para nombrar, después de más de 30 años sin hacerlo, a los representantes estudiantiles, magisteriales y de empleados manuales y administrativos en esos órganos de gobierno. En el Colegio Universitario, la máxima autoridad que contempla la nueva ley, los candidatos y candidatas afines a Morena perdieron con mucho, la mayoría de las posiciones. Sucedió lo mismo en los colegios de facultades interdisciplinarias y en los colegios departamentales.

Por si fuera poco, el sector estudiantil, el más numeroso en la máxima casa de estudios despreció el proceso olímpicamente. Su participación apenas lindó el 25 por ciento.

El tema debió encender algunos focos amarillos en el tablero del gobierno estatal, pues se suponía que por la natural afinidad de los liderazgos universitarios tan bien correspondidos por Durazo, arrasarían en las elecciones internas y pavimentarían el camino para un proceso de revisión salarial aterciopelado.

Ni lo uno ni lo otro. Perdieron la mayoría de las posiciones en el gobierno universitario, y la asamblea del STAUS decidió estallar la huelga que deja sin clases a más de 30 mil estudiantes en todo el estado, por considerar insuficiente la oferta que hicieron las autoridades universitarias que, hay que señalarlo, trabajaron mucho con las autoridades estatales para integrar una propuesta que evitara la huelga.

Para el gobernador era importante presidir hoy el desfile del Día del Trabajo con un récord limpio pero, a menos que suceda un milagro y el comité de huelga convoque a asamblea general esta mañana muy temprano para un recuento de votos que pudiera validar un desistimiento, no se ve la manera de que al gobernador no le tiznen el evento de este día con consignas y reclamos.

De hecho el STAUS ha convocado a una concentración en el Museo y Biblioteca de la Unison para marchar este día junto a miles de sindicalistas de toda filiación y hacerse presente con sus demandas. Habrá pase de lista, advierten en su convocatoria.

Si algún interés había por parte de la dirigencia del STAUS para renegociar su pliego petitorio a partir de una propuesta enviada por la autoridad universitaria ayer mismo, el tiempo les ganó. Un eventual desistimiento solo podría darse mediante un recuento de votos en asamblea general y hasta la medianoche de ayer no había convocatoria.

El viernes pasado por la mañana, el secretario del Trabajo, Francisco Vázquez me comentaba que se habían esmerado junto a la autoridad universitaria para presentar una propuesta que evitara el estallamiento de la huelga. Horas después, se colocaban las banderas rojinegras en la Alma Máter, que no aparecían desde hace cuatro años.

Le pregunté el sábado al gobernador cuáles eran los temas en los que no hubo acuerdos y mencionó dos: Infonavit y pago de ISR. Esta semana seguirán las negociaciones, pero por lo pronto el STAUS ya le raspó el mueble al gobernador y no queda más que pensar que con esos amigos, ¿para qué quiere enemigos?

II

En otros temas, el sábado rindieron protesta como dirigentes del PRI en Hermosillo Juan Miguel Vargas y Blanca Colosio. El auditorio Plutarco Elías Calles se llenó como en los viejos tiempos y pasaron lista de presente todo el entreverado generacional que en Hermosillo tiene lo que quizás sea el bastión más importante para su reposicionamiento en el ánimo del electorado.

Hay que recordar que la capital sonorense, que concentra casi un tercio del padrón electoral fue ganada por la alianza PRI-PAN-PRD en el contexto de unas elecciones particularmente complicadas en las que la barredora guinda les pasó por encima a casi todos, y que si Antonio Astiazarán gobierna hoy esta capital es porque los votos tricolores marcaron la diferencia.

Lo que sucedió después es otra historia: la diáspora de militantes y el transfuguismo tan de moda, que por cierto mereció una fuerte crítica por parte del nuevo dirigente: “Quienes tomaron decisiones equivocadas en su tiempo y se distinguen hoy por ser actores de la traición y el engaño ya no están en el PRI. Son un problema de otros partidos y allá sabrán qué hacer con ellos”, dijo.

¡Tómala!

Obviamente el nuevo dirigente municipal se refirió a quienes han emigrado a otros partidos, pero no a quienes desde su militancia han planteado rutas distintas en el quehacer político.

Y nos referimos concretamente a Zaira Fernández, Pascual Soto y Sheila Cirett, que encabezan la corriente ‘Priistas inconformes’ y que no han dejado de bregar en barrios y colonias de las principales ciudades del estado, pero principalmente en Hermosillo, donde ayer organizaron una convivencia con cientos de familias para celebrar el Día de la Niñez en el poblado Miguel Alemán.

Ignoro en qué vaya a terminar esta historia, pero en Hermosillo y otras ciudades y pueblos el PRI está nadando a contracorriente, tratando de reconstruirse y no exento de conflictos internos que pudieran desembocar en al menos dos cosas: o construyen acuerdos que reagrupen una opción competitiva, o terminan de enterrar las esperanzas de verse otra vez como gobierno.

Ya le dijo Andrea Bocelli a José Feliciano: vamos a ver.

También me puedes seguir en Twitter @Chaposoto

Visita www.elzancudo.com.mx

También puedes escucharnos en el programa Lenguas Vespertinas de lunes a viernes a las cinco de la tarde por el 105.9 FM de Toño en Hermosillo, a las seis por la señal de la Red 93.3 en Guaymas, y también puedes vernos en Estrella TV Tucson Canal 14 a las seis de la tarde.

Comentarios
Salir de la versión móvil