
GABINETE EMPRESARIAL
En la mayoría de las ocasiones en que ha iniciado un nuevo gobierno federal, la convocatoria que se ha pedido a todos los mexicanos es la unidad para enfrentar los retos por venir. Esto siempre ha sido lógico cuando lo que realmente se quiere es que el país avance, independientemente de los intereses particulares, como siempre expresan los contendientes políticos.
Se supone que el objetivo es impulsar a México, con todos sus estados y municipios, y para lograrlo debe existir la unidad, que se menciona en todas las campañas. Hoy, el mundo está cambiando de forma muy veloz y México aún no ha logrado posicionarse como el país desarrollado que debería ser en la actualidad.
Un paso importante ha sido el acuerdo comercial entre Estados Unidos y Canadá, que ha ubicado a México como el primer socio del mayor mercado mundial. Sin embargo, este acuerdo comercial no ha sido suficiente para que México se posicione como una economía desarrollada, al nivel de sus socios de América del Norte.
Quizás esto se deba a que mucho de lo que se necesita hacer para alcanzar esa posición debe ocurrir dentro de la propia economía nacional, en lugar de esperar que todo venga del exterior. Es fundamental consolidar el estado de derecho y ofrecer certidumbre para la inversión, de modo que los objetivos se puedan alcanzar.
La aplicación de políticas públicas adecuadas a los tiempos que vive el país y el mundo es una necesidad apremiante. Estas políticas son herramientas esenciales para impulsar el crecimiento y el desarrollo. Además, el desarrollo de infraestructura en las diferentes regiones del país proporcionará una base importante para que llegue la prosperidad económica.
México tiene hoy la oportunidad de escalar a una mejor posición económica, impulsando cada uno de sus sectores, donde la iniciativa privada juega un rol prioritario. Buscar la unidad de todos los sectores mexicanos para ser una mejor nación es una tarea que debe realizarse diariamente, porque este objetivo es posible.
Las condiciones económicas y sociales de México, con todas sus regiones, pueden cambiar si se promueve la unidad de la sociedad. Es momento de que México pase de ser un país en vías de desarrollo a un país desarrollado. Analizando todo lo que tiene, México no carece de nada; solo falta la unidad de todos, y sí, se puede.
