Tras varios días de incertidumbre, la NASA finalmente retomó el contacto con la sonda Voyager 1. Según informó la agencia espacial, el contacto se retomó gracias a un transmisor que no había sido utilizado desde 1981.
El largo viaje de la Voyager 1
En 1977 fueron lanzadas las sondas Voyager 1 y 2, en un intento de la NASA por analizar los gigantes gaseosos del sistema solar.
Hacia 1979, la Voyager 1 tomó varias espectaculares imágenes de Júpiter y Saturno, así como de sus lunas. Desde entonces, los científicos sospechan que algunos de estos satélites podrían ser aptos para la vida microscópica.
Pasado este hito, la Voyager 1 emprendió el largo camino fuera del sistema solar. La sonda espacial lleva consigo un célebre disco de oro que incluye sonidos del mundo, así como un sucinto mapa de la ubicación de la Tierra en el vecindario galáctico.
Actualmente, la Voyager 1 se ubica a 24 mil millones de kilómetros de distancia, viajando a una velocidad de 16 kilómetros por segundo.
Para volver más comprensible este número, se puede decir que la Voyager 1 se ubica a 165 unidades astronómicas. Esto equivale a 165 veces la distancia que hay entre la Tierra y el Sol.
NASA recupera contacto con la Voyager
A medida que pasan los años, los problemas técnicos alrededor de la sonda espacial se multiplican. Con una reserva de energía cada vez menor (la sonda utiliza una barra de plutonio como combustible), la Voyager es inalcanzable para los ingenieros de la Tierra.
En esta ocasión, la NASA perdió comunicación con la sonda por varios días. En un comunicado, la agencia espacial señaló que uno de los dos transmisores de radio de nave se apagó, por lo que tuvieron que recurrir al segundo transmisor, que no había sido utilizado desde 1981.
La agencia espacial explicó que esta falla podría deberse a un sistema de protección interna y que la sonda decidió apagar el transmisor para mantener el suministro de energía