El mundo de la música está de luto. Este martes se confirmó la muerte de John Michael Osbourne, mejor conocido como Ozzy Osbourne, uno de los íconos más influyentes del rock y el heavy metal. Tenía 76 años.
Nacido el 3 de diciembre de 1948 en Marston Green, Birmingham, Osbourne alcanzó la fama internacional como vocalista de la mítica banda Black Sabbath, pionera del género que definió una era con canciones como Paranoid, Iron Man y War Pigs. Su voz inconfundible y su actitud desafiante ayudaron a cimentar el sonido oscuro y pesado que caracterizó al grupo desde finales de los años 60.
Tras su salida de la banda en 1979, Ozzy emprendió una carrera como solista que no solo mantuvo su estatus de estrella, sino que lo catapultó a un nuevo nivel de popularidad. Álbumes como Blizzard of Ozz (1980) y Diary of a Madman(1981) consolidaron su leyenda, con éxitos como Crazy Train y Mr. Crowley. A lo largo de su vida, vendió más de 100 millones de discos entre su etapa con Black Sabbath y su carrera individual.
Más allá de la música, Osbourne también fue un fenómeno cultural. En los años 2000 protagonizó el exitoso reality show The Osbournes, junto a su familia, lo que lo convirtió en una figura reconocida por nuevas generaciones, dentro y fuera del ámbito musical.
A lo largo de su vida, Ozzy enfrentó numerosos desafíos, incluyendo problemas de salud y adicciones, pero siempre mostró una capacidad extraordinaria de resiliencia. Su legado permanece no solo en la historia del rock, sino en el corazón de millones de fanáticos alrededor del mundo.
Ozzy Osbourne deja una huella imborrable en la música y una carrera que definió un género. El “Príncipe de las Tinieblas” ya forma parte del panteón eterno del rock. Descanse en paz.
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