Una nueva y polémica investigación ha encendido las alarmas en la comunidad científica al advertir que un extraño objeto interestelar podría representar una amenaza potencial para la humanidad… y su llegada estaría prevista antes de que termine el año.
Detectado el pasado 1 de julio y nombrado como 3I/ATLAS, este objeto viaja a más de 210,000 kilómetros por hora en dirección al Sol, y su comportamiento ha desatado teorías que van más allá de una simple explicación astronómica. Algunos científicos incluso creen que podría tratarse de una nave alienígena encubierta que estaría espiando o preparando un posible ataque contra la Tierra.
El estudio fue publicado el 16 de julio en el repositorio científico arXiv y sus autores advierten que, si su hipótesis resulta cierta, “las consecuencias para la humanidad podrían ser catastróficas”.
Aunque en un primer momento se pensó que se trataba de un cometa de unos 24 kilómetros de diámetro (más grande que todo Manhattan), los investigadores Avi Loeb, Adam Hibberd y Adam Crowl, miembros de la Iniciativa de Estudios Interestelares de Londres, proponen una inquietante alternativa: el objeto podría ser un artefacto tecnológico de origen extraterrestre.
Loeb, astrofísico de Harvard y conocido por su teoría sobre ʻOumuamua —el primer objeto interestelar detectado en 2017, que él mismo sugirió podría ser una sonda artificial—, señala que 3I/ATLAS comparte características muy similares: una velocidad inusual, una trayectoria inclinada y una aproximación al Sol en un ángulo que parece evitar ser observado desde la Tierra.
En un artículo que publicó en Medium, Loeb comentó que el objeto pasará por su punto más cercano al Sol en un ángulo opuesto al de la Tierra, lo cual “podría ser intencional para impedir observaciones detalladas desde telescopios terrestres”. También añadió que, por su rapidez, sería imposible alcanzarlo con los cohetes actuales, que apenas logran un tercio de su velocidad.
Según sus cálculos, el objeto pasaría cerca de planetas como Júpiter, Marte y Venus, y su llegada a las inmediaciones de la Tierra podría ocurrir entre finales de noviembre y principios de diciembre de 2025.
Si 3I/ATLAS resulta ser un artefacto con fines de reconocimiento, la posibilidad de un ataque alienígena no podría descartarse y, en tal caso, “sería necesario considerar medidas defensivas”, advirtió Loeb.
No obstante, no todos en la comunidad científica comparten esta visión. La astrónoma Samantha Lawler, de la Universidad de Regina en Canadá, especializada en dinámica del sistema solar, desestimó la teoría alienígena y aseguró que “toda la evidencia apunta a que es un cometa común que fue expulsado de otro sistema solar, al igual que miles de millones de cometas han salido del nuestro”.
Incluso el propio Loeb reconoce que su hipótesis es arriesgada y que lo más probable es que 3I/ATLAS sea simplemente un cometa natural, aunque no deja de insistir en que vale la pena estudiar todas las posibilidades, por más inusuales que parezcan.
¿Es 3I/ATLAS una simple roca espacial o un enviado de inteligencias lejanas? Lo sabremos pronto. Por ahora, el misterio continúa viajando a toda velocidad hacia nuestro vecindario cósmico.