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Cambridge, Massachusetts.— Un creciente número de estudiantes de élite en universidades como Harvard y el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) están abandonando sus estudios, impulsados por temores —y también por las oportunidades— que representa el avance de la inteligencia artificial general (AGI, por sus siglas en inglés).

De acuerdo con una publicación realizada por Technology en su cuenta oficial de Instagram, expertos de OpenAI y Google DeepMind proyectan que la AGI podría desarrollarse antes de 2030. Este pronóstico ha llevado a que algunos alumnos decidan dejar la academia para enfocarse en la seguridad de la IA, participar en la creación de regulaciones o lanzar sus propias startups.

Alice Blair, exalumna del MIT y hoy integrante del Center for AI Safety, confiesa: “Me preocupaba no vivir para graduarme por culpa de la AGI. Si seguimos así, la AGI llevará a la extinción humana”. Blair asegura no tener intención de regresar a las aulas.

Más allá del miedo existencial, existe una preocupación económica. Una encuesta reciente reveló que la mitad de los estudiantes de Harvard creen que sus carreras podrían volverse obsoletas en pocos años. “Si tu campo será automatizado antes de que termine la década, cada año en la escuela es un año menos en el mercado laboral”, advirtió Nikola Juckovic, líder del grupo de seguridad en IA de Harvard.

Pero para otros, la AGI representa una oportunidad única. Michael Tuell (AnySphere) y Brendan Foody (Mercor) abandonaron MIT y Georgetown, respectivamente, y hoy sus empresas están valuadas en 9,900 millones y 100 millones de dólares. “Hay una ventana limitada para tomar el control”, afirmó Jared Manter, otro exestudiante convertido en fundador.

Ya sea por temor o por ambición, cada vez más jóvenes brillantes apuestan su futuro a la incierta y acelerada carrera hacia la inteligencia artificial general.