Poema de domingo.- 

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Hubo, en el Cajeme viejo, un temporal inédito de lluvias prodigiosas. Desde los días de noviembre de 1948, inició una pertinaz llovizna que humedeció casas, chinames, calles desnudas y llanos de la incipiente ciudad y del Valle. Ese fenómeno meteorológico se extendió durante todo diciembre y parte de enero, causando alarma entre las familias, porque se perdieron cultivos, el comercio y todo tipo de actividades se paralizaron ante tan inesperado diluvio al que la gente denominó “la Creciente del 48”; de la cual, habitantes de profundas raíces en la comunidad, sobre todo del Plano Oriente, hoy colonia Benito Juárez, guardan en sus memorias… Eran los exagerados contrastes de la naturaleza que le daba a la región semidesértica agua a raudales, como la ha mantenido en los tiempos actuales con una sequía lamentable que causa desesperanza. Sin embargo, el milagro de la lluvia enaltece el espíritu, se regocijan los seres con el prodigio del agua que proviene del cielo, y su canción cayendo en calles y casas, lavando la fronda de los árboles, suele inspirar, como en este caso, algún poema de domingo…

Bernardo Elenes Habas

La lluvia cae

como el llanto de Dios

sobre las calles.

Miro tras los cristales

tu figura sencilla.

Intento hablar

pero no tengo voz,

es como si todo

se volviera hacia adentro,

llenándoseme el alma

con pronunciar tu nombre.

La lluvia cae,

remoja tus cabellos,

su murmullo de siglos

se mete en tu silencio,

busca tus senos tibios,

besa tu vientre tierno…

Yo, tras los cristales,

envuelto en viejos ritos

de mis antepasados,

sólo alcanzo a mirar

que tú gozas la lluvia,

que te bebe y la bebes,

que te habla y le hablas,

que cantas su canción

y dejas que te explore

su pentagrama líquido…

La lluvia cae

como el llanto de Dios

sobre las calles,

miro tras los cristales

tu figura sencilla,

me alargo como el viento,

bajo por tus laderas

y bautizo mis labios

con el mar de tu cuerpo.

La lluvia cae,

moja cuerpos y calles

hasta que el sol revienta,

diluye tus arroyos,

te convierte en un sueño…

—-o0o—-