Álamos, Sonora. Entre las ruinas de la antigua hacienda Las Delicias, se cuenta una de las historias más escalofriantes del sur de Sonora: la leyenda de Beatriz, una joven cuyo destino trágico quedó marcado para siempre en las paredes del caserón y en la memoria del pueblo.
El amor prohibido
Beatriz era hija de una familia adinerada que vivía en la hacienda durante los tiempos de esplendor minero. La joven se enamoró perdidamente de un peón que trabajaba en las tierras de la familia. Sin embargo, la relación fue descubierta y rechazada con furia por sus padres, quienes consideraban aquel romance una deshonra.
El encierro y la tragedia
Cuenta la leyenda que Beatriz fue encerrada en una de las habitaciones más apartadas de la hacienda, aislada de todos, como castigo por su desobediencia. Sus gritos y súplicas nunca fueron escuchados. El peón desapareció misteriosamente, y algunos dicen que fue asesinado por orden del padre de Beatriz. Ella, consumida por la tristeza y el hambre, murió sola, con el corazón roto y la esperanza destruida.
La aparición de Beatriz
Desde entonces, visitantes y lugareños aseguran que su espíritu vaga por los pasillos en ruinas de Las Delicias. Dicen que en las noches de luna llena se escucha el llanto de una mujer que llama a su amado, y que su silueta blanca puede verse caminando lentamente por los corredores. Algunos afirman que si pronuncias su nombre en voz alta dentro de la hacienda, se aparece detrás de ti con el rostro pálido y los ojos llenos de desesperación.
Un eco que perdura
La historia de Beatriz se ha convertido en parte del folclore de Álamos, un recordatorio de cómo el amor prohibido, la injusticia y la tragedia pueden dejar huellas que ni el paso de los siglos logra borrar.
Encuentra la siguiente historia el día de mañana a las 7:00 P.M. Todos los días estaremos compartiendo hasta el día 31 de octubre, historias de terror.
