El Gobierno Federal de Estados Unidos cerró oficialmente, la noche del 30 de septiembre de 2025, después de que el Congreso de EE. UU. no logró aprobar una medida de financiamiento.
Los demócratas del Senado de Estados Unidos rechazaron un proyecto de ley republicano para seguir financiando al Gobierno Federal, lo que provocó un cierre por primera vez en casi siete años. La última vez fue en 2019.
La Cámara Alta de EE. UU. rechazó la legislación, cumpliendo la amenaza demócrata de cerrar el Gobierno Federal si el presidente Donald Trump y los republicanos no accedían a sus demandas de atención médica.
La votación de 55 sufragios a favor contra 45 en negativa, sobre un proyecto de ley para extender la financiación federal durante siete semanas, no alcanzó los 60 votos necesarios para poner fin a una obstrucción y aprobar la legislación.
El cierre del Gobierno Federal estadounidense significaría que cientos de miles de empleados federales serían suspendidos temporalmente, mientras que otros considerados esenciales tendrían que seguir trabajando, aunque muchos no recibirán pago hasta que se reabriera.
Se espera que aproximadamente 750 mil empleados federales estadounidenses fueran suspendidos temporalmente, algunos de ellos potencialmente despedidos por la Administración encabezada por el presidente Donald Trump.