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Jayce y los Guerreros Rodantes: la serie de culto que nunca tuvo final

En una galaxia lejana, un joven guerrero emprendía una cruzada para reunir las piezas de una raíz mágica capaz de salvar al universo. Así comenzaba una de las series animadas más ambiciosas y, al mismo tiempo, más olvidadas de la década de los ochenta: “Jayce y los Guerreros Rodantes” (Jayce and the Wheeled Warriors).

Una joya franco-estadounidense adelantada a su tiempo

Estrenada originalmente en Francia en 1985 bajo el título Jayce et les Conquérants de la Lumière, la producción fue una colaboración entre DIC AudiovisuelICC TV Productions y varios estudios japoneses de animación. Días después llegó a Estados Unidos y América Latina, donde conquistó a miles de niños que quedaron fascinados por sus vehículos de combate, su mitología futurista y una trama que combinaba ciencia ficción, ecología y fantasía.

Detrás del proyecto estuvo el reconocido productor Jean Chalopin, creador de otras series clásicas como Ulysses 31 e Inspector Gadget. Su visión consistía en llevar a la pantalla una especie de “road movie galáctica” en la que Jayce, acompañado por su equipo conocido como la Liga de la Luz, viajaba por distintos mundos para derrotar a las temidas Monstruoplantas, seres híbridos nacidos de un experimento fallido de su padre, el científico Audric.

El final que nunca llegó

A lo largo de 65 episodios, la serie construyó un universo rico en personajes, planetas y batallas espectaculares, pero jamás tuvo un desenlace.
El escritor J. Michael Straczynski, quien años más tarde alcanzaría fama mundial con Babylon 5, reveló que existía un guion para una película final donde Jayce por fin se reuniría con su padre y cerraría la historia. Sin embargo, el proyecto fue cancelado por falta de presupuesto y por las bajas ventas de los juguetes asociados a la serie, dejando a los fans sin el esperado enfrentamiento final contra Saw Boss.

Una serie de culto olvidada

Aunque nunca alcanzó el nivel de popularidad de He-Man o Transformers, con el paso del tiempo Jayce y los Guerreros Rodantes se ha convertido en una obra de culto entre coleccionistas y nostálgicos de la animación ochentera.
Su tema musical, compuesto por Shuki Levy y Haim Saban, sigue siendo recordado por su poderosa introducción: “Una extraña fuerza siento sobre mí…”, que marcó a toda una generación.

En Francia incluso llegaron a publicarse cómics derivados de la serie, aunque muchos quedaron inconclusos, al igual que la historia principal. Hoy, fanáticos de todo el mundo mantienen viva su memoria a través de foros, reediciones digitales y convenciones de cultura retro.

El legado de una historia inconclusa

Casi cuatro décadas después, Jayce y los Guerreros Rodantes continúa siendo un ejemplo de cómo una serie animada puede trascender incluso sin un final.
Su mezcla de mitología, ciencia ficción y estética espacial, sumada a una narrativa más profunda de lo habitual para la televisión infantil de su época, la mantienen como una referencia obligada para los amantes del género.

En palabras de los seguidores que aún esperan justicia narrativa:

“Jayce no salvó al universo, pero sí se ganó un lugar eterno en la memoria de quienes crecimos soñando con la Raíz Mágica.”

Foto de internet

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