Guanajuato, México. Entre las angostas y empedradas calles de esta ciudad colonial se encuentra uno de los rincones más famosos del folclor mexicano: El Callejón del Beso. Más que un atractivo turístico, este lugar guarda una leyenda que mezcla amor prohibido, tragedia y un final marcado por la fatalidad.
Un amor imposible
Cuenta la historia que Carmen, hija de una familia adinerada y estricta, se enamoró de Luis, un joven humilde. Su padre, al descubrir la relación, la encerró y prohibió cualquier contacto. Pero el amor encontró un escape: los balcones del callejón eran tan estrechos que bastaba estirarse para que sus manos y labios se tocaran en secreto.
El beso que fue el último
Al enterarse del romance, el padre de Carmen desató su furia. Una noche, sorprendió a su hija besando a Luis desde el balcón y, cegado por la ira, la apuñaló frente a los ojos de su amado. La joven murió en el mismo lugar que se convirtió en símbolo eterno de su amor trágico.
El ritual del beso eterno
Hoy en día, el Callejón del Beso es visitado por parejas de todo el mundo. La tradición dice que quienes se besen en el tercer escalón asegurarán siete años de felicidad. Sin embargo, también se advierte que aquellos que no lo hagan podrían enfrentar siete años de mala suerte.
Entre romance y tragedia
El Callejón del Beso sigue siendo uno de los sitios más visitados de Guanajuato, un espacio donde la historia de Carmen y Luis se revive cada noche, recordando que el amor puede ser tan fuerte como la muerte misma.
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