Londres, años 30. Entre la niebla densa y las calles oscuras de la capital inglesa comenzó a correr la historia de un vehículo que aparecía en las madrugadas para aterrorizar a conductores y peatones. Era el autobús fantasma número 7, también conocido como el “autobús de las 7:15”.
Apariciones en la intersección de Cambridge Gardens
Testigos aseguraban que en las noches más oscuras, sin previo aviso, un enorme autobús rojo de dos pisos surgía de la nada. Avanzaba a gran velocidad por las calles desiertas, con las luces apagadas y sin conductor visible. Quienes lo encontraban decían que el vehículo parecía atravesar cualquier obstáculo y luego desaparecer sin dejar rastro.
Un peligro mortal
Los reportes más inquietantes relataban que automovilistas, al intentar esquivarlo, perdían el control y chocaban. Varios accidentes de tráfico en esa zona fueron atribuidos a la aparición repentina del misterioso vehículo. Para muchos, aquel autobús no solo era un espectro urbano, sino un presagio de muerte.
El misterio sin resolver
Aunque las autoridades nunca confirmaron la existencia de tal autobús, los relatos continuaron durante años. Con el tiempo, el mito del número 7 se convirtió en parte de las leyendas londinenses, un recordatorio de que incluso en una ciudad moderna y bulliciosa, lo sobrenatural puede recorrer sus calles.
El viaje eterno
Hoy, la historia del autobús fantasma sigue viva como una advertencia entre los londinenses: en las noches de niebla, es mejor no quedarse demasiado tiempo en las intersecciones solitarias, porque puede que el autobús sin conductor aparezca… y no todos sobreviven para contarlo.
Encuentra la siguiente historia el día de mañana a las 7:00 P.M. Todos los días estaremos compartiendo hasta el día 31 de octubre, historias de terror.
