Point Pleasant, Virginia Occidental, 1966. Una figura alada, de más de dos metros de altura, con ojos rojos brillantes y un aleteo ensordecedor, comenzó a ser vista por los habitantes de un pequeño pueblo estadounidense. Era el Hombre Polilla, o Mothman, un ser envuelto en misterio que pronto se convertiría en sinónimo de desastre.
Los primeros avistamientos
En noviembre de 1966, dos parejas reportaron haber visto a la criatura cerca de una planta abandonada. Describieron un ser humanoide con enormes alas y ojos incandescentes que los persiguió en la carretera a gran velocidad. A partir de ese momento, los testimonios se multiplicaron: mineros, amas de casa y hasta policías afirmaban haberlo visto en la oscuridad.
El presagio del puente Silver
La leyenda tomó fuerza cuando, en diciembre de 1967, el puente Silver que unía Point Pleasant con Ohio colapsó durante la hora pico, causando la muerte de 46 personas. Muchos aseguraron que el Hombre Polilla había sido visto sobre el puente días antes de la tragedia. Desde entonces, quedó marcado como un presagio de catástrofes.
Una criatura que viaja con el desastre
Con el tiempo, supuestos avistamientos de Mothman se han registrado en diferentes partes del mundo, casi siempre relacionados con accidentes y tragedias: desde Chernóbil en 1986 hasta desastres mineros en México y China. Para algunos, es un mensajero; para otros, un demonio que se alimenta del miedo humano.
El mito que no muere
El Hombre Polilla sigue siendo un enigma. ¿Es una criatura real, una alucinación colectiva o una leyenda moderna alimentada por el miedo? Lo cierto es que su silueta oscura y sus ojos rojos brillando en la noche han quedado grabados como uno de los símbolos más inquietantes del misterio sobrenatural.
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