Amityville, Nueva York, 1974. En una tranquila zona residencial, una familia fue brutalmente asesinada en su propia casa, en un crimen que se convertiría en una de las historias de terror más famosas del mundo. La mezcla de hechos reales y fenómenos paranormales transformó a la casa de Amityville en un símbolo del horror moderno.
El crimen que lo inició todo
La madrugada del 13 de noviembre de 1974, Ronald DeFeo Jr., de 23 años, tomó un rifle y asesinó a sangre fría a sus padres y a sus cuatro hermanos mientras dormían. El crimen estremeció a la comunidad y dejó una casa marcada por la tragedia.
Los nuevos inquilinos
Un año después, la familia Lutz compró la casa a un precio bajo, pero lo que vivieron dentro se volvió leyenda. Según su testimonio, durante las 28 noches que permanecieron allí fueron testigos de fenómenos inexplicables: voces demoníacas, olores nauseabundos, enjambres de moscas, y la aparición de figuras espectrales.
Del hecho al mito
Los Lutz huyeron y jamás regresaron. Su historia inspiró libros, documentales y películas que convirtieron a Amityville en sinónimo de casa embrujada. Críticos aseguran que todo fue una invención, pero otros creen que los espíritus de los DeFeo y energías malignas permanecieron atrapados en esas paredes.
Una casa maldita
Hoy, aunque la dirección oficial ha sido cambiada, la casa de Amityville sigue atrayendo a curiosos, investigadores y fanáticos del terror. Más allá de lo paranormal, el recuerdo del crimen real convierte este lugar en un escenario donde el horror y la tragedia se entrelazan para siempre.
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