Michoacán enfrenta un nuevo episodio de violencia dirigida al sector agrícola tras el asesinato de Bernardo Bravo Manríquez, presidente de la Asociación Nacional de Citricultores en México. Su cuerpo fue descubierto con signos de violencia dentro de su vehículo en el camino a Los Tepetates, en Apatzingán.
El hallazgo, reportado por pobladores y confirmado por las autoridades este lunes 20 de octubre, ha conmocionado al gremio, ya que Bravo Manríquez era conocido por su férrea postura contra el crimen organizado.
En diversas ocasiones, el líder gremial denunció los paros laborales forzados que sufrían los agricultores debido a las extorsiones impuestas por grupos delictivos en el Valle de Apatzingán. La gravedad de la situación lo llevó incluso a tomar la medida de cambiar de residencia.
Ante este crimen, el Gobierno de Apatzingán se pronunció exigiendo justicia y el pronto esclarecimiento de los hechos. En un mensaje institucional, condenaron “cualquier acto que atente contra la vida, la paz y el bienestar de nuestra gente”. Las autoridades correspondientes trabajan en la escena del crimen para recabar evidencias y dar con los responsables de este homicidio.