Una alarma máxima se ha encendido en la comunidad internacional de arte tras el robo de joyas perpetrado en el Museo del Louvre este domingo. El incidente, que duró solo siete minutos, representa una de las mayores vulneraciones de seguridad que ha sufrido el famoso recinto parisino.
El robo, que implicó la sustracción de piezas de valor incalculable de una exhibición de joyas, es comparado en magnitud con la desaparición de la Mona Lisa en 1911, según fuentes cercanas a la investigación.
La brevedad con la que se llevó a cabo el atraco sugiere a la policía de París que los responsables actuaron con una audacia extrema y contaron con un profundo entendimiento de los sistemas de vigilancia del museo.
Las autoridades se encuentran inmersas en una “intensa investigación” para esclarecer los hechos y dar con los autores de este “golpe maestro”. La principal línea de investigación busca determinar cómo los ladrones lograron sortear los protocolos de seguridad en un periodo de tiempo tan corto. Se espera que en los próximos días se detalle el inventario de las joyas robadas, cuyas pérdidas ya se consideran millonarias.