El Museo del Louvre reabrió sus puertas a los visitantes este miércoles a las 09:00 horas, tan solo tres días después de haber sido escenario del espectacular robo de joyas de la Corona valuadas en más de 100 millones de dólares.
A pesar de la reapertura, la Galería de Apolo, lugar exacto donde ocurrió el atraco, permanece cerrada al público. Las autoridades han clausurado la sala para permitir que avancen las investigaciones policiales que buscan esclarecer los hechos.
El asalto ocurrió el domingo por la mañana, cuando cuatro ladrones, que siguen prófugos, accedieron al recinto utilizando métodos sofisticados, incluyendo un montacargas y una sierra radial para irrumpir por una ventana lateral.
Entre el valioso patrimonio sustraído se encuentran la diadema de perlas de la emperatriz Eugenia y un collar con pendientes de zafiros de la reina María Amelia. Durante su huida, los delincuentes abandonaron una corona, la única pieza recuperada hasta la fecha, lo que subraya la intensidad de la búsqueda de los responsables y del resto del botín.