
La senadora Beatriz Robles Gutiérrez encabezó la presentación de las obras literarias “Camposanto”, de Toñeke Mora, y “Aunque me duela el alma”, de Javier Valdovinos, para celebrar la palabra escrita, la memoria, el arte y la sensibilidad mexicana, “que sabe mirar de frente a la muerte y reír con ella”.
En el contexto de la conmemoración del Día de Muertos, la legisladora de Morena afirmó que las dos obras, aunque distintas en su universo narrativo, comparten algo esencial: “la valentía de mirar hacia adentro y transformar la pérdida en palabra, el dolor en arte y la memoria en celebración”.
La legisladora agradeció al autor Toñeke Mora, “por permitirnos caminar junto a la muerte en su peregrinar por Pátzcuaro, con cempasúchil, velas y silencios que parecen música”.
En la creación literaria de “Camposanto”, dijo, la muerte se vuelve compañía, guía y espejo, una figura que nos invita a reconciliarnos con lo inevitable, a honrar la vida en cada instante y a entender que los muertos nunca se van del todo mientras los recordemos.
Con “Aunque me duela el Alma”, asentó la senadora, Javier Valdovinos plasmó “la fuerza de su escritura profunda, humana y empapada de nostalgia”.
Con este libro, mencionó, el escritor cierra su trilogía del dolor, que es también una tríada del amor, de la resistencia, de seguir vivos a pesar de las ausencias. “Sus personajes, bailarines, soldados, mujeres, travestis y hermanos son testimonio de una humanidad que se niega a rendirse, que sigue amando, incluso cuando el alma duele”, agregó.
Beatriz Robles Gutiérrez externó su interés por que las presentaciones de ambas obras sirvan como recordatorio de que México vive también en sus letras, en sus narradores, en quienes se atreven a escribir sobre lo que duele y lo que nos hace seguir vivos.
Toñeke Mora, autor de “Camposanto”, expuso que su obra es el primer capítulo de un recorrido en el Día de Muertos por la zona lacustre del Lago de Pátzcuaro con la muerte, acompañándola en su peregrinar con sus reflexiones acerca de la vida, las personas y la tradición, pensado en deleitar al lector de forma visual con una narrativa escrita y gráfica.
Al manifestar su agradecimiento por el espacio brindado para presentar su libro, consideró al Senado como un ágora para cualquier tipo de disciplina que trate de fomentar nuestro arte y tradiciones.
Javier Valdovinos, periodista y autor de “Aunque me duela el alma”, señaló que esta obra cierra su “trilogía del dolor”. Comentó que, para el nombre de este libro, que compila cuentos cortos con diversos personajes, se inspiró en una canción de “Los solitarios”.
La obra mezcla la nostalgia de la música popular con la crudeza de la vida real, a través de un bailarín que pierde su pierna, pero no su ritmo; un adolescente que busca su nombre, un soldado que sobrevive en sus recuerdos, un travesti que lucha por existir, o dos mujeres que se reencuentran después de 45 años, entre otras historias.


























































