El primer ministro de Polonia, Donald Tusk, calificó como un “acto de sabotaje sin precedentes” la detonación de un artefacto explosivo registrada el lunes 17 de noviembre de 2025 en la línea férrea Varsovia-Lublin, considerada una ruta estratégica para el envío de ayuda hacia Ucrania.

A través de un mensaje en X, Tusk confirmó la explosión y daños adicionales en otro punto de la misma vía, y enfatizó que el atentado estuvo dirigido contra “la seguridad del Estado polaco y sus ciudadanos”. El mandatario aseguró que las autoridades localizarán a los responsables “independientemente de quien sea su instigador” y prometió una respuesta firme.
La policía, los servicios de emergencia, la fiscalía, así como agentes de la Agencia de Seguridad Interna (ABW) y de la Oficina Central de Investigación Policial (CBŚ) se encuentran investigando el caso con máxima prioridad. Como medida inmediata, el tráfico ferroviario fue desviado a una vía adyacente para mantener la circulación en la zona.
El ministro del Interior y Administración, Marcin Kierwiński, confirmó que no hay dudas de que se trató de un sabotaje, mientras que el ministro de Defensa, Władysław Kosiniak-Kamysz, anunció que las fuerzas armadas inspeccionarán unos 120 kilómetros de vía entre el tramo afectado y la frontera con Ucrania, en Hrubieszów, para descartar más amenazas.




















































