El expresidente de Honduras Juan Orlando Hernández continúa sin paradero conocido tras su liberación en Estados Unidos, ocurrida este lunes después de recibir un indulto presidencial de Donald Trump, apenas un año después de haber sido sentenciado a más de cuatro décadas de prisión por narcotráfico.
Hernández, de 57 años, había sido extraditado desde Honduras en 2022 y posteriormente condenado por una corte federal de Nueva York a 45 años de prisión, cinco años de libertad supervisada y una multa millonaria. El proceso judicial lo acusó de colaborar con redes criminales, recibir sobornos de cárteles —incluido el de Sinaloa— y utilizar estructuras del Estado para facilitar el trasiego de droga hacia Estados Unidos.
El perdón presidencial, anunciado el viernes pasado, generó amplio debate tanto en Honduras como en la comunidad internacional, especialmente por coincidir con el apoyo público de Trump al candidato conservador hondureño Nasry “Tito” Asfura, inmerso en un reñido proceso electoral.
Hernández salió el 1 de diciembre de la prisión federal de Hazelton, en Pensilvania, pero desde entonces no se ha informado su ubicación ni si planea regresar a Honduras, donde aún enfrenta investigaciones por corrupción, lavado de activos y otros posibles delitos.
El Ministerio Público hondureño aclaró que el indulto estadounidense no anula los procesos pendientes en su país, por lo que el exmandatario podría ser detenido en caso de retornar. Además, continúan vigentes las medidas sobre sus bienes y diversas líneas de investigación relacionadas con su administración y su presunta participación en una red de narcotráfico de alto nivel.