La noche del jueves 4 de diciembre, el Senado de la República aprobó en lo general y particular la Ley General de Aguas y la Ley de Aguas Nacionales. El oficialismo negó que la nueva normativa afecte a productores y al campo mexicano pero la oposición advirtió que la nueva reglamentación agravará la crisis social del campo.
“… Parece que no saben leer, la reforma no es con fines de control político, ni de centralización, ni de expropiación, se trata de que el Estado mexicano ejerza a plenitud su rectoría, ustedes que están acostumbrados a que el dinero maneje al Estado, ahora se toparon con pared…”