De acuerdo con la OMS, el trastorno por videojuegos se caracteriza por un patrón de comportamiento de juego “continuo o recurrente”, es decir, es la adicción por jugar videojuegos.
Entre sus características sobresale su vinculación con no poder poner limites al tiempo de juego, inicio, intensidad y finalización, ni tomar en cuenta el contexto social a su alrededor, que queda en segundo plano por abajo de una partida.
La OMS lleva 10 años realizando este estudio sobre las complicaciones que puede tener en la vida de las personas que son adictas a los videojuegos, y finalmente, el próximo año esta nueva categoría entrará en vigor.
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