Aunque pueda parecer efectivo, aplastar cucarachas bajo el zapato resulta contraproducente y puede agravar una infestación, advierten expertos en control de plagas.

Al presionar estos insectos, se liberan en el entorno huevecillos que suelen adherirse a la suela del calzado, explican. Trasladarlos inadvertidamente al interior del hogar facilita la eclosión de nuevas crías y multiplica la presencia de plagas.
Además, las cucarachas transportan bacterias como salmonella y estreptococo. “Al triturarlas, estos patógenos pueden dispersarse en el aire y depositarse sobre superficies de contacto, elevando el riesgo de infecciones gastrointestinales y respiratorias”, señalan los especialistas.
Se suma a la problemática la notable resistencia de estos insectos: pueden soportar presiones de hasta 900 veces su peso, por lo que no siempre mueren al ser pisadas y a menudo logran escapar.
Para evitar complicaciones, se recomienda limpiar inmediatamente la suela del calzado después de cualquier contacto con cucarachas. Un cepillado con agua caliente y jabón elimina huevos y posibles contaminantes, reduciendo la probabilidad de introducir plagas en el hogar.