Con el regreso a clases, miles de familias mexicanas se preparan para uno de los periodos de mayor presión económica del año. La Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco-Servytur) estima que la temporada dejará una derrama de alrededor de 125 mil millones de pesos; sin embargo, este dinamismo en el comercio contrasta con la dificultad de los hogares, que destinan hasta el 40% de sus ingresos al pago de colegiaturas, útiles, uniformes y dispositivos electrónicos.

De acuerdo con un análisis de Serta Intelligence Partner (SIP), el gasto por alumno de nivel básico ronda los 9 mil pesos, aunque puede elevarse a 15 mil si se incluyen equipos de cómputo.
La Secretaría de Educación Pública (SEP) difunde una lista oficial de útiles con un costo estimado de 861.48 pesos, pero la realidad en las escuelas muestra necesidades más amplias que elevan el desembolso a casi 3 mil pesos, según SIP.
Este panorama ha sido calificado como una verdadera “cuesta de verano”, donde el consumo se mantiene débil y el impacto financiero en los hogares se hace más evidente.