Un terremoto de magnitud 6.0 sacudió la región oriental de Afganistán la noche del domingo, dejando hasta el momento 800 fallecidos y 2,800 heridos, según cifras oficiales difundidas por el gobierno talibán.

El epicentro se localizó en la provincia de Nangarhar, a unos 27 kilómetros de la ciudad de Jalalabad, con una profundidad de 8 kilómetros, reportó el Servicio Geológico de Estados Unidos. Varias comunidades en Kunar resultaron severamente afectadas.
Las labores de rescate enfrentan serias complicaciones debido al terreno montañoso y a las lluvias recientes que han bloqueado caminos. El Ministerio de Defensa confirmó que se han desplegado brigadas militares y que 40 vuelos aéreos han trasladado a víctimas hacia hospitales de la región.
De acuerdo con Sharafat Zaman, portavoz del Ministerio de Salud, muchas zonas aún no han podido ser contactadas, por lo que se prevé que el número de víctimas aumente en las próximas horas.
Este desastre se suma a la serie de terremotos ocurridos en Afganistán desde 2021, en un contexto de crisis humanitaria marcado por la falta de recursos, la reducción de ayuda internacional y las deportaciones masivas de refugiados.