La presidenta Claudia Sheinbaum subrayó que la propuesta de Ley de Ingresos se centra en una mejor recaudación y descarta la imposición de nuevos gravámenes directos a los contribuyentes. La meta del gobierno es ambiciosa: espera captar 400 mil millones de pesos a través de un combate frontal a la corrupción y la evasión fiscal.

Sheinbaum destacó dos puntos clave en la estrategia fiscal:
Ajuste a la Banca: La Ley de Ingresos contempla que los bancos ya no podrán deducir de impuestos los pagos correspondientes al Fobaproa.
Impuesto a Bebidas Azucaradas: Se prevé un alza al impuesto de las bebidas azucaradas, pero con un objetivo estrictamente de salud pública y no recaudatorio, buscando desalentar su consumo.
La presidenta enfatizó que el gobierno continuará fortaleciendo el combate a las empresas factureras y mejorando la capacidad de verificación en las aduanas, donde está por concluirse la instalación de equipos de rayos X para limitar las prácticas de evasión fiscal. “No se trata de aumentar impuestos sino de recaudar mejor”, concluyó.






















































