Una joven de 21 años en la región occidental de India protagonizó un acto que ha conmocionado al país: celebró una ceremonia nupcial frente al cuerpo de su novio, asesinado presuntamente por miembros de su propia familia debido a que pertenecía a la comunidad dalit, históricamente conocida como la de los “intocables”.
El hecho ocurrió en Nanded, en el estado de Maharashtra, donde Anchal Mamidwarm decidió llevar a cabo el ritual matrimonial pese al crimen. Según relató a medios locales, había mantenido una relación de tres años con su pareja, cuya identidad no fue revelada por la prensa, hasta que su familia descubrió el vínculo y se opuso categóricamente por razones de casta.
Las imágenes difundidas muestran a la joven realizando el gesto tradicional de aplicar sindoor —polvo rojo que simboliza el matrimonio para las mujeres hindúes— mientras el cuerpo del joven, envuelto en un paño blanco, permanecía a pocos centímetros. La escena se ha viralizado y reavivó el debate sobre la violencia motivada por diferencias sociales y religiosas en el país.
La comunidad dalit, situada históricamente en el nivel más bajo del sistema de castas y objeto de discriminación durante siglos, representa poco más del 16% de la población india, según el censo de 2011. Aunque la estratificación por castas está prohibida por ley, sus efectos continúan presentes, especialmente en zonas rurales.
El caso emerge en un momento en que India se prepara para un nuevo censo nacional, el primero en más de una década, con el que se busca actualizar la información demográfica del país, hoy estimado en más de 1,450 millones de habitantes.
