La competencia por el control de Warner Bros. Discovery escaló de manera abrupta este lunes, luego de que Paramount presentara una oferta pública de adquisición hostil valuada en 74 mil 400 millones de dólares. La propuesta busca contrarrestar el acuerdo preliminar anunciado días antes entre Warner y Netflix, que ofreció 72 mil millones para quedarse con el estudio.

A diferencia de la negociación liderada por Netflix, Paramount decidió dirigirse directamente a los accionistas de Warner con una cifra mayor y con una condición que modifica por completo el panorama: la compra abarcaría todos los negocios de la compañía, incluyendo el segmento de cable, área que Netflix rechaza adquirir.
La empresa justificó la vía hostil al asegurar que Warner no mostró interés real en ninguna de las seis propuestas enviadas durante los últimos tres meses, pese a que públicamente había manifestado su disposición a escuchar ofertas.
Paramount afirma que su propuesta incluye 18 mil millones de dólares más en efectivo que la presentada por Netflix y que, además, tendría mayores oportunidades de recibir luz verde por parte de los reguladores federales en el actual gobierno de Donald Trump.
La disputa ya generó inquietud en el Congreso estadounidense, donde legisladores demócratas y republicanos advirtieron sobre los riesgos de concentración en el mercado del streaming, posibles afectaciones laborales en la industria cinematográfica y el impacto en la diversidad de contenidos.
El presidente Trump también intervino en el debate, al señalar que una eventual fusión entre Netflix y Warner “podría representar un problema” debido al tamaño y la influencia que alcanzaría la plataforma resultante.






















































