Vienen cambios en los partidos políticos.- Cajeme no es ajeno a esas inquietudes, donde se vislumbra a Pancho Vega y Gabriela Martínez, como viables dirigentes de Morena.- En el PRI, los nombres de Emeterio Ochoa, Raúl Ayala González y Anabel Acosta, suenan, y suenan bien.- El PAN, podría ser disputado por Joaquín Armendáriz, Félix Rafael Silva y Vidal Martínez
Bernardo Elenes Habas
Vienen cambios en las estructuras municipales de los partidos. Así se percibe con los movimientos tácticos que los operadores de Morena, PRI y PAN, comienzan a ejecutar en Cajeme. El PRD desdibujó lastimosamente sus siglas, principios y congruencia. Mientras que Movimiento Ciudadano, navega tiempos y mares sin timonel, porque la cohesión demostrada durante el proceso electivo anterior, no se detecta en estos momentos, aunque tiene operadores jóvenes que no doblegan sus banderas, como Manuel Scott.
Los reacomodos son importantes, desde luego.
Ya lo hemos dicho: el 2021 -año de campañas y elecciones-, se inicia, prácticamente a partir de este 2019, y ahora con la intensidad y consecuencias del nuevo tejido político-social que fue instalado por una ciudadanía que ejecutó su poder el 1 de julio del 2018, a fondo, colocando a Morena en el vértice de una realidad, que otrora fuera, solamente, sueños intensos de cambios.
En Morena, hay varios de sus militantes que buscan dirigir su estructura, la que, ciertamente se encuentra fortalecida y se convierte en oferta de triunfo para el 2021. Pero precisamente es donde estriba el peligro para el Movimiento de Regeneración Nacional, porque sus aspirantes podrían intentar llegar a ese cargo deslumbrados por la búsqueda personal y de grupo de posiciones futuras, olvidándose del objetivo central de dicho cuasi partido, que es la ciudadanía, sus familias, las más abandonadas tradicionalmente y que requieren llegar, sin treguas, a los niveles de la igualdad social.
Por eso, tal vez, se deduce a través de en un claro ejercicio democrático, que Francisco Vega López, ex Coordinador de Regidores y ahora integrado al área de Programas Sociales del Municipio, podría rendir buenas cuentas en dicho cargo.
Pancho es un hombre de izquierda. Forjado en las luchas sociales. Con una clara visión de lo que significa construir las nuevas estructuras que el Municipio requiere, las que, obligadamente deberán vertebrarse con el proceso nacional que ha iniciado, no sin dificultades y con una oposición férrea de la derecha que se niega a reconocer la nueva realidad política del país, Andrés Manuel López Obrador.
Vega López conoce la disciplina teórica y práctica para forjar cuadros progresistas y congruentes, que, necesariamente estarían dándole espíritu de partido a Morena, con la definición de la clase trabajadora, campesina, popular, llevando en su conformación el alma de las mujeres y los jóvenes.
Gabriela Martínez, luchadora social consistente y firme, está también en el listado de las probabilidades, al igual que Guillermo García y Pedro Chávez.
Será interesante el proceso que se avecina para la elección de la estructura directriz; pero también, sería lamentable que los morenistas perdieran el rumbo y cayeran en las reyertas de tribus, como sucedió en el PRD, cuando deben considerar que a pesar de su triunfo electoral del año anterior requieren, ahora, más que nunca, de la unidad.
El PRI, comienza a dar señales de vida con la designación a modo que se hizo en el contexto estatal de Ernesto de Lucas Hopkins.
Debe comprender Ernesto, que no será con voluntarismo, ni bajo el apoyo de los cacicazgos predominantes del tricolor, como logrará colocarlo en los niveles que tuvo durante la campaña de Claudia Pavlovich, por ejemplo, donde muchos factores políticos y de hartazgo gubernamental propiciados por un PAN voraz, comandado por Guillermo Padrés Elías, prevalecieron para que llegara, no sin algunos sobresaltos, a la conducción de la Entidad.
Se prevé, que imponiendo sus antiguos cartabones, el PRI descienda a los municipios con el sello que ya predomina. Sin embargo, las bases de ese instituto en Cajeme, esperan que brille la democracia a la hora de la elección, porque hay varios nombres, sobre todo de jóvenes que podrían conducirlo, como Emeterio Ochoa, Raúl Ayala González, Anabel Acosta. Están, también presentes, Cristóbal Blancas Virgen, Abraham Montijo Cervantes, Rolando Cruz Morales.
En el PAN, igualmente reacomodan su capital político, que ciertamente es escaso tras las deserciones propiciadas por el autoritarismo de David Galván, quien fuera líder estatal, y más que en David, las culpas recaen en Damián Zepeda, quien desde la cúpula nacional antepuso sus caprichos al sentido común, hundiendo la barca azul…
No obstante, hay militantes leales dispuestos a reconstruir las siglas heredadas por Manuel Gómez Morín a nivel nacional, y en Cajeme por personajes como Espiridión Robles Días de León, César Camou Gándara, Germán Pablos Tirado, Carlos Amaya Rivera, entre varios ciudadanos.
Y, quienes aspiran a obtener la presidencia de Acción Nacional en el municipio, son, Joaquín Armendáriz, Félix Rafael Silva López, Vidal Martínez Enríquez, más los que se sumen…
Pronto, la clase política de Cajeme, estará sumida en sus luchas internas, para construir sus proyectos hacia el 2021. Pero quizás los partidos, sus notables, olvidan que existen rostros y sangre nueva de hombres y mujeres, con capacidad y valor, y que ante esas amnesias egoístas, como en el 2018, podría volverse una tradición democrática que los comicios los ganara la ciudadanía y su sed de justicia social, no los institutos, no los cacicazgos…
Le saludo, lector.
