Morena, llena de piedras su propio camino.- En el parlamento local sonorense, con su sed de poder, le abren el flanco de la congruencia a la oposición, principalmente del PRI, para que los exhiba en su ambición.- Lo que se debe privilegiar es el interés de la ciudadanía: Rogelio Díaz Brown
Bernardo Elenes Habas
En el parlamento local de Sonora, la bancada de Morena, que ciertamente es mayoría, está propiciando que la oposición, principalmente la representada por el PRI, les dé una lección histórica de madurez a favor de la Entidad, su gente, su alma combativa y trabajadora.
La señal que envían los morenistas es deplorable, porque no se encamina a la defensa de temas trascendentes a favor de la gente, sino que se enfrascan en una lucha interna por mantener el control de la presidencia del Congreso.
Y ellos, quienes deberían ser vanguardia efectiva implementando la cuarta transformación pregonada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, dinamitan anticipadamente ese camino, que se antoja a estas alturas tortuoso para los planes del Mandatario federal.
Voces congruentes, como la del diputado Rogelio Díaz Brown, que a pesar de encabezar una fuerza minoritaria en el Congreso desde el tejido del PRI, llega a la sensibilidad e inteligencia ciudadana, la que tiene cierto que ese espacio colegiado está comprometido a crear leyes y hacerlas cumplir para bien colectivo, más allá de extremismos y ambiciones enfermizas de poder.
El Roger, desde su responsabilidad de sonorense que no juega a ser representante popular, sino que lo es con definición y congruencia, le dio dimensión a su palabra y dijo que lo que se debe privilegiar en el Congreso, es el interés de los sonorenses, trabajando sin descanso para mejorar el marco normativo: La actitud de los diputados de Morena –recalcó-, enfocada a anteponer el interés por la presidencia del Congreso a un efectivo y limpio trabajo legislativo, es lamentable, porque el compromiso sustantivo de un representante popular, de un servidor públi
co, es darle curso a los dictámenes pendientes, y ofrecer y entregar a la sociedad los resultados que espera y merece.
Y tiene razón Rogelio. Porque cuando el interés común con el que se forjan horizontes de bienestar colectivo, de leyes que representen mejores niveles de vida para las comunidades y sus sectores, cuando esos objetivos se ven truncados por apetitos partidistas y personales que se traducen en tener el control político de una mesa directiva, realmente se está traicionando al pueblo que los eligió, los votos que depositó con alta dignidad democrática en las urnas, y se demuestra que la definición de Política, para quienes manchan sus propias conciencias, agazapados en sus trincheras de poder, no es el brillante apotegma de “ciencia para servir al pueblo”, sino una denigrante forma de corrupción moral.
Se erigen, pues, los legisladores de Morena en propietarios del Congreso, y no permiten, a pesar de acuerdos previos que Luis Mario Rivera, del Partido Verde, presida esa soberanía, y con actitud intolerante paralizan el parlamento, cancelando con ello el análisis y posible aprobación de dictámenes importantes para el progreso de Sonora.
Le saludo, lector.
