La educación como derecho va
Celebro la decisión que se tomó en la Cámara de Diputados para cancelar la reforma educativa impuesta. Y recibo con beneplácito los avances en la aprobación de reformas a los Artículos 3o, 31 y 73 de la Constitución general de la república, referentes al marco de responsabilidad del estado mexicano en materia educativa. La aprobación de este dictamen por mayoría, constituye un avance histórico que posiciona a la educación como un derecho y no como privilegio, ni mercancía; tal como lo afirma el Presidente Andrés Manuel López Obrador.
Aunque el proceso legislativo aún no concluye, el dictamen aprobado el día de ayer por la Cámara de diputados del Congreso de la Unión, retoma los compromisos asumidos durante la pasada campaña electoral para la abrogación de la mal llamada “reforma educativa” implementada durante la gestión de Enrique Peña Nieto.
En especial, celebramos la dignificación del magisterio nacional al eliminar el carácter punitivo de la evaluación de los docentes y la precisión de su marco laboral dentro del Apartado B del Artículo 123 constitucional, con lo que se da certeza a los derechos de los trabajadores de la educación, eliminando el régimen de excepción en el que la reforma peñanietista los había colocado de facto.
Hay que mencionar, además, la reivindicación de los maestros de contar con un sistema de formación, actualización y capacitación para cumplir con los propósitos del Sistema Educativo Mexicano. De igual manera, la implementación de procesos de selección en igualdad de condiciones, los cuales serán públicos.
Otro rasgo de importancia es que el Estado mantiene la rectoría de la enseñanza para garantizar a todos, el derecho a la educación desde su etapa inicial hasta la educación superior, la cual mantendrá su carácter de obligatoria, pública, universal, gratuita y laica. Habría que decir también la buena decisión del Estado mexicano para fortalecer a las instituciones públicas formadoras de docentes, especialmente a las escuelas normales.
Asimismo, destacamos la elevación a rango constitucional del sistema de apoyos y becas a los estudiantes de todos los niveles educativos, la inclusión de la educación sexual en los planes y programas de educación básica, así como el enfoque de género y la reivindicación de la educación bilingüe y pluricultural como un derecho de los pueblos originarios de nuestra nación.
Como ha declarado hoy mismo el presidente Andrés Manuel López Obrador, consideramos que esta reforma legislativa abre las puertas a la reparación de los daños que la reforma anterior causó al magisterio nacional, proporcionando un marco para la certidumbre laboral, para la reinstalación de quienes fueron arbitrariamente privados de su fuente de trabajo y para la liberación de maestros injustamente presos por cargos de conciencia.
A sabiendas de que el proceso de reforma debe aún transitar por la ratificación del senado y la de los Congresos Locales, así como por la elaboración de las leyes secundarias que emanarán de las adecuaciones constitucionales, saludamos el cumplimiento de estos compromisos sociales.
Por mi parte, deseo subrayar el compromiso que abracé durante mi campaña de ser un gestor ante las instancias respectivas y trabajar junto con el magisterio; en la búsqueda de resarcir los derechos de los maestros del municipio de Cajeme que fueron afectados por la mal llamada reforma educativa; la cual en definitiva nada bueno nos dejó.
