El hospital Belisario Domínguez, en Ciudad de México, se ha convertido en uno de los primeros de su país en adoptar la idea propuesta por la organización Confianza e Impulso Ciudadano, la cual llama a los médicos a usar fotografías de sus rostros en su uniforme sanitario con tal que los pacientes con covid-19 puedan reconocerlos más fácilmente.
La iniciativa busca darles un rostro a los médicos que son únicamente reconocidos por la voz y que ahora pueden generar un mejor vínculo con los pacientes. Los atendidos logran confiar más y los sanitarios sentirse más humanos, saber que no son meros trabajadores.
La organización se ha encargado de repartir más de 55 mil fotografías desechables a 550 médicos y enfermeras. La modalidad de uso es sencilla, ya que se tratan de estampillas que se colocan en los uniformes y luego pueden ser desechadas junto al traje. Unas 100 estampillas son entregadas a cada funcionario.