Bernardo Elenes
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Sonora tiene nuevo gobernador.- Alfonso Durazo deberá hacer camino al andar y unificar el alma de las familias, más allá de credos e ideologías, para que la entidad siga siendo la casa solariega de los habitantes de ciudades, valles, sierra, litorales, desierto…

Bernardo Elenes Habas

Nuevas expectativas para Sonora, con el inicio de la administración gubernamental que encabeza Alfonso Durazo Montaño, en el periodo 2021-2027.

Durazo Gobernador

A las 00 horas del lunes 13 de septiembre, respondió con seguridad manifiesta el “Sí, protesto”, en el ceremonial republicano de relevo de gobierno, en la sede del Parlamento Local.

Más tarde, en el palacio de los poderes de la entidad, pronunciaría su discurso señero de asunción al poder, donde sólo uno de los ex gobernadores estuvo presente: Samuel Ocaña García. Tal vez debido a que no se invitó a los demás sobrevivientes de esa máxima responsabilidad pública, o se negaron éstos a asistir. Sin embargo, queda un vació que mucha gente interpreta como revanchismo… 

En la geografía sonorense se vuelve evidente la madurez de la ciudadanía. La que tiene cierto y que apoya sin reticencias la construcción del progreso para todos los rincones de la entidad y sus habitantes. Pero también identifica y repudia, que traten de inocularle odios no de izquierda, sino con perversión política, que conllevan a la división.

Por esa razón trabajadores, amas de casa, profesionistas, oficiantes del arte y sus luces, reflexionan ante el reportero y sostienen que un pueblo dividido, sin oxigenarse con el viento de la democracia, del respeto profundo, está condenado a zozobrar en las marejadas de la repulsión. Impedido a rebasar los muros subjetivos de las imposiciones unilaterales y autoritarias.

Durazo discurso foto El Imparcial

Todo cambio –me comentan- trae consigo incertidumbres. Pero cuando predomina la confianza en la solvencia moral y humana de quienes ejercen el poder público, las indecisiones y temores son rebasados, creciendo la fe interior para avizorar el futuro.

Cierto. No se puede ni se debe juzgar lo que no se ha vivido. Sin embargo, persiste la duda por el referente nacional que día a día asoma sus filos desde un escenario de ironías, acusaciones sin fundamento, escarnio contra personajes que critican lo criticable de un modelo político como la 4T, y la empecinada consistencia de pretender cortar a tajo la conciencia del pueblo de México, para formar dos apartados crueles: liberales y conservadores.

Eso es lo que no quieren los sonorenses, comentan voces maduras y preocupadas. Mismas que recuerdan etapas políticas que se han vivido en comunidades como Cajeme, donde en 1958, un proceso de elección para presidente municipal -el caso denominado “Contrerismo”-, dividió hasta el extremo de la violencia a un pueblo bueno y trabajador. O bien, las elecciones hacia la gubernatura en 1967, cuando fuerzas e intereses de grupos arraigados en el poder público y económico, se oponían a la candidatura de Faustino Félix Serna, quien contra viento y marea superó la tormenta y supo apaciguar odios, de tal manera que la historia ya lo ha juzgado, calificándolo ahora, como un excelente gobernador.

Preocupa a las familias, quienes leen e interpretan la orientación de los discursos pronunciados por actores políticos, el posicionamiento reciente de Ernestina Castro desde la coordinación del grupo parlamentario de Morena en la LXIII Legislatura, cuando desliza una aparentemente inofensiva frase:

“Llevaremos al pleno iniciativas y compromisos que en campaña planteamos a nuestros electores.

“En congruencia, valoraremos y consensaremos con todos aquellas iniciativas y reformas a la ley propuestas de parte de las otras expresiones parlamentarias, que consideremos son benéficas a los sonorenses y no riñen con nuestro credo político e ideológico”.

¿Iniciativas y reformas que no riñen con nuestro credo político e ideológico? ¿Qué pasará con las proposiciones de bien común, pero que por alguna razón difieran en lo ideológico con Morena y la 4T? Ahí se esconde una metáfora subjetiva e indescifrable…

Debo decir que el discurso del gobernador Durazo Montaño, pronunciado el lunes 13, tiene gran parecido en el fondo con el que Claudia Pavlovich entregó a los sonorenses hace seis años.

En su contenido queda claro la búsqueda de justicia social, lograr el crecimiento del estado, y no permitir ya más el saqueo a Sonora por malos políticos. Pero tiene, también, otra semejanza. Ambos aluden al Juramento Yaqui, oloroso a compromiso, a Bakatete, a sacrificio indoblegable por el sol, la lluvia, el hambre, el frío… dolor…muerte…

E betchivo kaita into kojowame. E betchibo kaita into em inéeneu. E betchibo kaita into kóokoa. E betchibo kaita into tá-tune… 

Sonora tiene, pues, nuevo gobernador, quien tendrá que hacer camino al andar.

Que sea para bien.

Le saludo, lector.

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