Vertiente octubre 21 2021.
¿Teme Morena a que el PRI logre resurgir?.- ¿Quién puede asegurar que aquellos que beben el cáliz de la 4T, no podrían fallar?.- Sí hay, dicen maduros observadores, quienes tienen vocación y saben hacer el trabajo capaz de recuperar el alma del priísmo.- A diario anuncian la agonía del tricolor, lo que denota temor de que sí podría rebrotar en Sonora, interpretan esos signos viejos militantes.
Bernardo Elenes Habas
En Sonora, la estructura de Morena, que se erigió en gobierno con el poder de los votos, tiene ante sí un gran reto para trascender: abrir un nuevo cauce para la historia política, sin errores, sin corrupción. Manteniendo un comportamiento de altura, que no deje lugar a dudas sobre su proclamación, de que, ciertamente, es diferente en todo al priísmo (el PAN solamente navegó un sexenio y quemó sus naves) en su paso por la historia de la entidad.
El desafío no será fácil. Porque el ejercicio del poder dentro de una sociedad compleja y llena de sobresaltos, con una democracia en proceso dinámico, podría tender a resquebrajar su unidad, ya que una cosa es la declaración de principios y documentos básicos de los partidos con sus ordenamientos señeros, aunado a la exigencia de sus dirigentes para que se apliquen; y otra, los códigos íntimos que integran la esencia política de sus militantes puros y advenedizos, contaminados o no por ambiciones naturales y hasta extremas, de poder.
¿Quién puede asegurar que en algún momento, alguien o varios de aquellos que beben el cáliz de la 4T, no podrían atreverse a demostrar su audacia para estremecer su tejido partidario y hacerse notorios desde sus grupos, en la búsqueda de acumular más poder?
Por supuesto que ese tipo de actitudes, que hasta el momento viven en el imaginario de la ciudadanía, podrían dar el paso de lo subjetivo a lo objetivo, lo que arrojaría repercusiones impredecibles en la configuración social del ejercicio de gobierno, pero especialmente en la conciencia ciudadana, la que registraría conductas y prácticas imposible de ocultar por aquellos que se abrigan en el poder, situación que los convertiría en imagen y semejanza de sus opositores, a quienes lograron vencer exhibiendo sus vicios, corruptelas y traiciones.
En ese supuesto escenario podrían desarrollarse, pues, los combates al interior de Morena cuando madure el sexenio. Luchas que debilitarían la hoy cohesionada fortaleza de dicho Movimiento.
Tal vez por eso (me comentan algunos observadores políticos, quienes tienen ópticas diferentes a la que se pretende crear en la narrativa popular a través de plataformas mediáticas), aquellos que son parte del organigrama del poder buscan acabar desde ahora, con cualquier vestigio de oposición, especialmente en lo referente al Partido Revolucionario Institucional, remachando la idea de que ese instituto está muerto en Sonora, y es prácticamente imposible que resurja de sus cenizas.
Pero –señalan mis entrevistados, interpretando los signos de los tiempos-, en política no hay verdades absolutas, y lo que se puede deducir de esas actitudes propagandísticas, es que sí existe el temor de que el priísmo transforme la supuesta agonía que se le diagnostica diariamente, en un movimiento consistente de proyección popular, reivindicando a sus líderes más auténticos, aprovechando la organización sembrada desde años a través de sus seccionales, con trabajo a ras de tierra, porque, afirman, sí hay quienes pueden y saben hacerlo.
Y, retomo las observaciones que me confió hace un par de meses un ciudadano cajemense, quien, junto a su madurez acumula solvencia y luz para reflexionar, sin caer en los pantanos de las ambiciones:
Me decía a mediados de agosto, un viejo y sabio ciudadano retirado de la actividad política, pero manteniendo una visión alta y crítica de su partido, el PRI, al que no abandonó con los cantos de las sirenas, y sosteniendo el convencimiento de que intentar refundar la declaración de principios, documentos básicos y estatutos, no sería una varita mágica infalible para retomar caminos, con borrón y cuenta nueva, porque lo que se precisa es ir al alma de la gente.
-Lo que se requiere, es trabajo. Es darle su lugar a los mejores cuadros que guardan, no obstante las cruentas derrotas acumuladas, lealtad, sentido de pertenencia al PRI, del que no se avergüenzan, y reconocen que se puede remontar el camino perdido con labor consistente a nivel de tierra. Mostrando honestidad, apertura social en forma clara, firme, porque la montaña que hay que escalar no solamente es contra Morena y la filosa propaganda mañanera de AMLO, sino contra el pasado negativo de los gobernantes surgidos del priísmo, errores que se empeñan en restregar hasta la sangre, la 4T y Morena, echando el polvo del olvido sobre las cosas positivas que, en honor a la verdad, son muchas.
Y, reafirmaba, con claridad, sus puntos de vista:
-Falta, en el priísmo sonorense, en el sur y en el norte, entre los cabecillas de cofradías, esencialmente humildad. Calidad humana para reconocer cualidades en quienes no están dentro de su círculo de influencia. Ese egoísmo ciego de PRI contra PRI, los ha conducido al fracaso una y otra vez, porque para definir candidaturas y dirigencias se imponían y se siguen imponiendo los más poderosos, aquellos que se conforman con sus triunfos de grupúsculos, aunque en la hora de la verdad, al enfrentar las batallas electorales decisivas, la ciudadanía les demuestre y les cobre su inmadurez, su inexperiencia, su rencor por la carencia de siembra social partidaria…
El mismo personaje (cuyo nombre omito, porque así me lo pidió), declaró no comulgar con los grupos poderosos que se han encargado de hundir a su partido, pero sí estar convencido de que en esos núcleos hay cuadros valiosos como Humberto Robles Pompa, Anabel Acosta, Alejandra González, David Palafox, Pascual Soto, Natalia Rivera, Bulmaro Pacheco, entre otros militantes.
No obstante, reconoció y dejó claro que existen personas de excepción por su carisma, su huella política y humana comprobada, quienes podrían conducir al PRI en Sonora por una vía diferente a la del oprobio, el linchamiento consistente, la degradación y las consecuentes derrotas: Rogelio Díaz Brown.
Lo importante, pues, será la forma con que se determine quién dirigirá ese partido, misma que reflejará si en verdad aprendieron sus líderes la lección con que los ha azotado furiosamente el tiempo y las circunstancias, al empecinarse en que la lucha sea como antes, PRI contra PRI, olvidándose de sus bases y del pueblo…
O bien, aceptar que están resignados a hundirse para siempre en los polvos del olvido…
Le saludo, lector.
