Sur y norte, más allá de partidos.- Javier Lamarque y Antonio Astiazarán provenientes de siglas políticas diferentes, mantienen el claro e irrenunciable común denominador de servir a sus comunidades.
Bernardo Elenes Habas
Por supuesto que Hermosillo y Cajeme son los municipios más trascendentes en Sonora.
Ambos conglomerados son conducidos por alcaldes que tienen en común su responsabilidad y preocupación por lograr beneficios para sus habitantes. Lo demuestran cotidianamente, sin arredrarse ante las inevitables herencias negativas de administraciones anteriores y proyectan y actúan, buscando salir adelante, no defraudar la confianza que la ciudadanía depositó en ellos, aunque provengan de partidos diferentes.
Las benditas lluvias que cayeron sobre Cajeme la madrugada del domingo anterior, hicieron que Javier redoblara los recorridos que cotidianamente realiza el fin de semana, acompañado de su esposa, la presidenta del DIF Patricia Patiño, y ahora por su equipo de Servicios Públicos y Oomapas, para evaluar daños, dictar instrucciones para poner manos a la obra, prevenir peligros y proyectar en forma inmediata y en el corto plazo programas que mejoren el equipamiento urbano, porque surgieron socavones, árboles y alambrado eléctrico caídos, inundaciones de los pasos a desnivel donde se espera la llegada de algunos aditamentos para lograr que funcionen los desagües correctamente.
En Hermosillo, su presidente municipal Toño Astiazarán, mantiene labor consistente para enfrentar problemas de bacheo y una permanente organización de las familias que suman voluntades en bien de sus colonias.
¿Esto qué significa? Que a pesar de haber llegado a la conducción de sus municipios por partidos diferentes (Lamarque por Morena, Astiazarán desde las siglas de la Alianza por Sonora), demuestran ambos su madurez social y humana, ganándose la confianza de la gente porque dejan claro que la mejor forma de hacer política es el trabajo persistente, colectivo, encaminado al bien común.
No obstante la buena voluntad y el deseo que tienen de construir, hacer bien las cosas, habrá escollos en el camino, algunos, los más graves, sembrados por mentes perversas que le apuestan al caos, a descarrilar proyectos, sin importarles destruir beneficios plurales; pero es precisamente ante esos retos, donde se conoce la habilidad de los servidores públicos, de quienes le apuestan a sacar adelante sus compromisos sociales y van sembrando con hechos claros y reales su camino, lo que la gente, las familias no olvidan, registrándose en la memoria colectiva del pueblo lo que los pocos no quieren que se sepa…
Le saludo, lector.
