Integrar PO a la ciudad.- Plantea Humberto Campos, dirigente del CUCC, que la solución de fondo a inundaciones y trabas en la movilidad de habitantes de la colonia Benito Juárez (y otros asentamientos) en tiempo de aguas, es, sin duda, desplazar las vías del ferrocarril hacia el oriente…
Bernardo Elenes Habas
Tradicionalmente durante temporada de lluvias en Cajeme, el asentamiento humano más dañado por las inundaciones y la inmovilidad de sus habitantes, ha sido el área conocida antaño como Plano Oriente, hoy colonia Benito Juárez.
Los viejos pobladores recuerdan la llamada “Creciente del 48”, cuando en noviembre de dicho año iniciaron las “equipatas”, llovizna pertinaz que se prolongó día y noche desde ese mes hasta enero de 1949, creando alarma entre los cajemenses en general, pues se perdieron cosechas en el Valle del Yaqui, el comercio dejó de funcionar junto a otras actividades de la región.
Pero el espacio más perjudicado fue, dicen quienes vivieron tales inclemencias, el Plano Oriente, porque el agua que bajaba de los cerros sitos al oriente, formaba arroyos y se contenía en su recorrido con el bordo de las vías del ferrocarril, inundando el caserío, calles, creando caos, desaliento y miedo en las familias…
Fue el alcalde Ángel López Gutiérrez (1964-1967), quien impulsó la construcción del primer paso a desnivel de la calle No Reelección, y dejó proyectado el segundo paso por la calle 200, concluyéndolo e inaugurándolo el alcalde sucesor, Javier Bours Almada (1967-1970).
Desafortunadamente, los pasos a desnivel no fueron la solución, porque en tiempo de aguas el líquido seguía damnificando al Plano Oriente, que continuaba inundándose: Se detenía el paso vehicular, y por supuesto la movilidad peatonal, con los consiguientes acumulamientos en el área.
Desde hace más de diez años el Club de Usuarios y Consumidores de Cajeme (CUCC), que dirige Humberto Campos Hernández, junto con familias de la ahora colonia Benito Juárez, vienen pugnando no por nuevos pasos a desnivel o puentes elevados, sino que se les brinde la oportunidad histórica a los habitantes de conectar las calles de su colonia con las de Ciudad Obregón de oriente a poniente, desplazando las vías del ferrocarril hacia donde se encuentra el nuevo libramiento vehicular, con rumbo a los cerros.
Sólo así podría resolverse este grave problema –dice Campos Hernández-, porque la Benito Juárez sería parte de la ciudad con sus calles unidas, pero además se aprovecharía el amplio corredor que ahora ocupan las vías para fortalecer actividades cívicas, culturales, históricas y hasta comerciales en la franja desocupada, lo que permitiría una nueva visión de Cajeme.
Campos Hernández y vecinos de la Benito Juárez, le apuestan a una solución de fondo al problema de su colonia, de tal manera que las inundaciones recurrentes de los pasos a desnivel, la damnificación de familias durante época de lluvias, la paralización de la movilidad vehicular y peatonal se resuelva de fondo, no creando una sola alternativa a través de un puente, sino la oportunidad de integrar la ciudad con sus colonias y abriendo espacios en el corredor lineal que se obtendría con el traslado de los rieles hacia el oriente, lo que sí darían un nuevo rostro de unidad y fortaleza a Cajeme.
Le saludo, lector.
