
Poema de domingo.- Que hablen los poemas. Que desgranen sus luces y sus sombras. Que definan el rumbo del amor y sus distancias. Que se vuelvan de agua, de papel, de viento inesperado…
Que hablen los poemas. Que sus metáforas se abran como pétalos. Que se fracturen los silencios y la canción navegue las guitarras. Que se beban tu voz y tus otoños. Que siembren la parcela de tu vientre con espigas de sol, con ríos desbordados…
Bernardo Elenes Habas
Se diluye el verano
con sus lenguas de fuego,
anuncia que el otoño
se baña de crepúsculos
que diluvian las tardes…
ansiosos de nostalgias:
qué jaulas los encierra,
qué vientos los desgasta
volviéndolos ceniza,
horizonte incendiado
por los últimos rayos
de un sol en cuesta abajo
rodando por el valle…?
Se marcharon dormidos
sin paz, enfebrecidos,
sin flor blanca en las manos,
sin cantos, sin guitarras…
Se llevaron la lluvia
que llenaba las calles
del Cajeme aromado
con leña de mezquite,
donde los barriqueros
silbaban sus tonadas
revoloteando llanos
como pájaros ebrios
de cielo y soledades…
Se fueron asombrados
soñando un sorbo de agua,
una copa de aire,
un mordisco de vida,
un trozo de justicia…
pero sus voces líquidas
hablaban hacia adentro
recorriendo las venas,
navegando la sangre,
haciéndose escuchar
con responsos mortuorios…
Se marcharon dormidos,
sin palabras, sin llanto,
como se van los seres
los que no piden nada,
los que no esperan nada,
los que beben silencio
y regresan sin nada
al río del silencio…
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