Hipertensión en la adolescencia.

531
0
Lactanciapornostros4
Capturadepantalla2023-02-13alas213814
Capturadepantalla2023-02-13alas214531
Capturadepantalla2022-09-12alas043937
Capturadepantalla2023-02-13alas215907
Capturadepantalla2023-02-13alas220711
previous arrow
next arrow

Hipertensión en la adolescencia.

La Organización Mundial de la Salud reconoce que la hipertensión arterial es el principal factor de riesgo para padecer enfermedades cardiovasculares, que son la primera causa de muerte, y la Organización Panamericana de la Salud publicó en 2017, que la hipertensión afectó entre el 20 y el 40% de la población adulta, pero ¿Adolescentes también?

La hipertensión es una enfermedad que puede provocar cardiopatías, accidentes cerebrovasculares, insuficiencia renal, mortalidad y discapacidad prematura. La Asociación Americana del Corazón informa, en las estadísticas de enfermedades del corazón, que actualmente más del 15% de los adolescentes tienen presiones arteriales anormales, mostrando que son significativamente altas. El primer nivel de atención, debe primero, identificar y después enfrentar este problema de salud y sus consecuencias a partir de la identificación y la atención integral de los factores de riesgo que afectan el estado de salud de las personas, las familias, los colectivos y las comunidades para contribuir a que se eleven los indicadores de desarrollo del país. En los últimos años se aprecia un aumento de los casos de hipertensión arterial en los adolescentes. Esta enfermedad tiene un origen multifactorial: biológicos, comportamentales (hábitos de alimentación que generan la obesidad, consumo de tabaco y alcohol, ausencia de la práctica de ejercicio físico) y psicológicos (estrés, emociones negativas, ansiedad o depresión), por lo que debe ser atendida con prioridad y con un enfoque integral para minimizar, atenuar o eliminar los factores de riesgos que la provocan. Es un enemigo silente y mortal para cualquier sistema de salud en el mundo, por lo tanto, se impone enfrentar este desafío y actuar desde las raíces del problema: las edades tempranas de la vida. La hipertensión arterial en la adolescencia es una enfermedad que ha aumentado su prevalencia en los últimos años, pero aún no está bien establecida por varias razones, como la escasa percepción de riesgo por parte de algunos profesionales y del sistema de salud, tampoco tienen claridad sobre la edad en que debe comenzarse a tomar la tensión arterial. En México se informó una prevalencia de hipertensión arterial sistémica en niños en edad escolar de un 1%, con un incremento en los adolescentes de hasta un 5,5% para el género masculino y de un 6,4% para el femenino. Otros estudios señalan que la tensión arterial aumenta progresivamente en relación con el crecimiento y difiere según el sexo. Entre los 13 y los 18 años este parámetro presenta un incremento en sus valores y es más evidente en el sexo masculino que en el femenino como consecuencia del desarrollo puberal más tardío y de su mayor masa corporal. La hipertensión arterial tiene como factor de riesgo muy importante la obesidad, por lo tanto los adolescentes que presenten alguna alteración en el estado nutricional, tanto sobrepeso como obesidad, tienen mayor riesgo de presentar hipertensión arterial; identificar estas alteraciones en edades tempranas tendría gran impacto en el manejo y la prevención de estas enfermedades. Es lógico postular que entre los niños que hoy presenten valores elevados de tensión arterial además de exceso de peso un grupo se podría transformar en hipertensos a futuro. La obesidad tiene un fuerte vínculo con los estilos de vida; la infancia y la adolescencia son claves para realizar intervenciones con el objetivo de generar hábitos saludables.

Los cambios ocurridos en gran parte del mundo debido al desarrollo tecnológico conllevan cambios socio-culturales propios de la vida moderna que implican modificaciones en los hábitos alimenticios y de actividad física, con incremento del consumo de grasas saturadas y alimentos ricos en sodio, junto a la reducción de la práctica de actividad física, hechos que propician una mayor frecuencia de niños y adolescentes con sobrepeso y obesidad, unido al incremento en los niveles de presión arterial. La adolescencia es un período de la vida muy vulnerable en lo que respecta a la creación y a la consolidación de hábitos porque se deja de ser niño pero sin ser aún adulto. A esta edad los desayunos o comidas, muchas veces son fuera de la casa y la selección de los alimentos es realizada por los propios adolescentes, de manera que si no existen hábitos alimentarios arraigados se incrementa el consumo de comidas de fácil acceso como pizzas, panes, embutidos y refrescos. También es alarmante que aproximadamente la cuarta parte de los adolescentes agregan sal y grasa a los alimentos previamente cocinados (el exceso de sal en la dieta es uno de los principales factores de riesgo de la hipertensión). La actividad física y la realización de ejercicio físico, junto a los hábitos alimentarios adecuados, son de gran importancia para prevenir la obesidad y la hipertensión en los jóvenes y prevenir así, enfermedades en su vida adulta.

Dr. César Álvarez Pacheco

cesar_ap@hotmail.com

@cesar_alvarezp

Huatabampo, Sonora.

Comentarios